The Diplomat
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, José Manuel Albares y Margarita Robles, trasladaron ayer al secretario general de Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Jean Pierre Lacroix, el compromiso de España con sus misiones de paz «para contener y prevenir conflictos».
En una visita a España, Lacroix mantuvo sendos encuentros con Albares y Robles en las sedes de sus Departamentos. «España continuará plenamente comprometida con Naciones Unidas y el mantenimiento de la paz», aseguró tras la reunión el ministro de Asuntos Exteriores.
Por su parte, el Ministerio de Defensa informó de que Robles y Lacroix conversaron sobre la «preocupante» situación en algunas zonas del Sahel, donde la expansión del terrorismo yihadista, los enfrentamientos étnicos y la presencia de actores extranjeros no deseados han sumido a la región en una permanente situación de inestabilidad.
La titular de Defensa resaltó que «la atención al Sahel es especialmente importante en los momentos actuales» y Mali «es el centro neurálgico de una zona donde es preciso adoptar una posición constructiva y de colaboración mutua».
Por último, ante la situación provocada por la guerra en Ucrania Robles y Lacroix abordaron la necesidad de que Naciones Unidas mantenga el actual impulso a la ayuda humanitaria, asuma mayor responsabilidad y promueva misiones de verificación y paz en cuanto se logre un cese de hostilidades.
El representante de Naciones Unidas y los ministros españoles también hablaron de la situación en el Sahel, donde la ONU participa a través de la misión MINUSMA, de la que no forma parte España, que sí está implicada en la operación en Malí de la Unión Europea.
España participa en las misiones de Naciones Unidas en Líbano y Colombia. La de Líbano está actualmente liderada por un general español y cuenta con el mayor despliegue de militares españoles en el exterior, con más de 600 efectivos.
La denominada misión UNIFIL tiene como objetivo garantizar la paz en la frontera entre Líbano e Israel, facilitar el acceso de ayuda humanitaria a la población civil y el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas.
Desde el inicio de la misión, España se ha responsabilizado del complicado Sector Este, integrando bajo mando español a países tan diversos como El Salvador, Serbia o Brasil.