The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, advirtió ayer de que la guerra de Ucrania “durará muchos años” y va a producir una “grave crisis alimentaria” que afectará, sobre todo, a los países del norte de África y el Sahel.
“Durará muchos años, es la guerra de un solo hombre, Vladimir Putin, y nosotros tenemos que garantizar no sólo la integridad de Ucrania sino de unos valores, de la democracia”, declaró el ministro durante su participación en el encuentro Nuevos tiempos, el mundo que viene, un coloquio de Foros de Vanguardia organizado por el diario catalán La Vanguardia en Barcelona.
“La agresión rusa configura un nuevo mundo, se dirime un pulso entre el modelo democrático y el autoritario”, aseguró Albares. Por ello, los socios europeos y transatlánticos deben seguir apostando por la “unidad” frente a Rusia, la misma unidad que, advirtió, también debería haber “entre las fuerzas políticas dentro de España”.
Según el ministro, esta guerra ya está provocando una “grave crisis alimentaria” que durará “años, incluso más aún que la guerra”, porque está afectando a la producción y al precio de los cereales y al precio de los fertilizantes. Por ejemplo, explicó, el 80% del grano que necesita Egipto procede de Rusia y también de Ucrania. Por ello, advirtió, es muy probable que “muy pronto se vean graves problemas de seguridad alimentaria”, sobre todo en regiones como el Magreb o el Sahel. Aparte, cuando concluya la guerra todavía “pasará tiempo” antes de que los campos “vuelvan a estar operativos”.
Por ello, Albares criticó duramente la “respuesta completamente errónea” que están dando algunos países a esta situación, apostando por el “proteccionismo” y por el cierre de los mercados para impedir que sus cereales salgan al exterior, y advirtió de la necesidad de buscar vías para que pueda salir al exterior el contingente de cereal actualmente atrapado en Ucrania, una medida que, en todo caso, sólo serviría para “retrasar la crisis”.
El ministro hizo mención también a la importancia de la Cumbre de la OTAN, que se celebrará a finales de junio en Madrid, en la que debe surgir “una respuesta contundente al desafío que representa Rusia, no solo para Ucrania, sino también para el modelo de vida que nos ha dado décadas de paz y prosperidad”, y en la que también se deberían abordar, en el “documento estratégico que se va a aprobar”, las amenazas procedentes del Flanco Sur, especialmente del Sahel, que se ha convertido en el “epicentro” de la actividad terrorista.