<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Los desequilibrios geoestratégicos y económicos generados por la invasión de Rusia en Ucrania representan una oportunidad para reconfigurar las relaciones de Europa con América Latina, un subcontinente que no solo comparte buena parte de los valores occidentales, sino que cuenta con los recursos económicos que más va a necesitar la UE como consecuencia del conflicto.</strong></h4> Estas son algunas de las principales conclusiones de la <strong><em>Conferencia CAF Europa-América Latina. Alianzas para una recuperación sostenible</em>, organizada ayer por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la CEOE en la sede de Casa de América de Madrid</strong> y que reunió a destacados expertos y líderes de opinión, procedentes de distintos sectores, para reflexionar sobre el estado de la relación transatlántica y abordar las oportunidades y retos futuros. “Este continente ofrece soluciones y respuestas a las crisis actuales”, declaró durante la presentación del encuentro <strong>el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados</strong>. “Hoy faltan justamente 400 días para la inauguración de la Presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023, y ese es el espacio propicio para volver a convocar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno UE-América Latina, que no se celebra desde 2015 y que cuenta con el entusiasmo de CAF para ayudar a convocarla”, añadió. El evento comenzó con un conversatorio, titulado <em>La importancia de la relación transatlántica </em>y moderado por la directora del diario <em>El País</em>, Pepa Bueno, en el curso del cual <strong>la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso</strong>, afirmó que la situación en Ucrania “ha creado una razón importante para que EEUU y UE puedan avanzar en sinergias energéticas y, lo más obvio, en la cooperación en defensa”. La guerra, prosiguió, ha tenido “impacto en los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo, no solo en los países más pobres”, y, por ello, Europa, América Latina, EEUU forman “el triángulo natural para poder reaccionar de manera organizada” a esta crisis. Esta respuesta tiene que ser “a corto plazo y a largo plazo, porque <strong>la guerra puede terminar mañana, pero sus consecuencias pueden durar mucho tiempo, mientras Putin siga en Rusia</strong>”, advirtió. <h5><strong>JJ Ruiz: “Occidente no va a ganar a la tiranía sin aliados, y ese aliado es América Latina”</strong></h5> Por su parte, <strong>el secretario general iberoamericano (SEGIB), el exministro de Exteriores chileno Andrés Allamand</strong>, advirtió de que, aunque es “difícil predecir los acontecimientos” derivados de la guerra, “cualquiera que sea la configuración” del futuro orden internacional, “las relaciones trasatlánticas van a ser muy importantes en esa configuración”. “El hecho de que estemos hablando de una relación transatlántica con tres actores, Europa, EEUU y América Latina, es supremamente importante”, pero “el desafío es cómo estos tres actores van a interactuar ante las adversidades”, prosiguió. “Estamos en el umbral de una convergencia estratégica entre Europa y América Latina, como también debería ocurrir lo mismo entre EEUU y América Latina”, y, por ello, “debemos aprovechar la oportunidad que surge de esta situación de adversidad” para aumentar las sinergias, afirmó. Un ejemplo de esta necesidad, según Allamand, es que <strong>“Europa necesita aquello que América Latina tiene y América Latina necesita aquello que Europa le puede brindar”</strong>. “¿Qué necesita Europa?: energía, alimentos y materias primas. América Latina tiene abundancia de esos tres elementos: su potencial energético es infinitamente mayor, su producción de alimentos tiene un potencial enorme y, en cuanto a los minerales, no es posible la transformación digital sin litio y cobre”, explicó. Según el secretario general, las relaciones de América Latina con Europa y EEUU están “objetivamente por debajo de su potencial” porque “no se han visto las posibles sinergias entre las regiones”. “América Latina y Europa son un tercio de la ONU; imaginen un tercio de la ONU actuando de manera coordinada” en la respuesta a Rusia, advirtió Allamand, quien recordó, al respecto, que en la resolución de Naciones Unidas sobre la invasión rusa, 18 países de Iberoamérica votaron a favor y sólo hubo cuatro abstenciones. “Hay también coincidencia política entre América Latina y Europa en términos de valores”, una coincidencia que ya existía pero que “la guerra ha puesto en evidencia”, agregó. En el mismo encuentro, <strong>el presidente del Real Instituto Elcano, José Juan Ruiz</strong>, destacó que, con la guerra de Ucrania, “Europa, de repente, ha descubierto que no solo es una potencia regulatoria, sino que juega un papel en la geoestrategia global, lo cual ha sido una sorpresa en una Europa que estaba ensimismada”. “Hay un reto que tanto Europa como EEUU han defendido: el orden mundial”, pero “no todos comparten sus decisiones” sobre Rusia, advirtió. “Países que representan el 51% del PIB mundial y el 70% de la población mundial no aprobaron las sanciones en la ONU”, y esa situación demuestra que “Occidente no va a ganar la guerra a la tiranía sin aliados”, declaró. <strong>“Europa, EEUU y el G7 no pueden exclusivamente imponer sanciones, tienen que tener una propuesta de reconstrucción positiva del orden mundial, y es allí donde surge América Latina como una solución a estos problemas y como aliado”</strong>, porque “sin América Latina no podemos crear una coalición de países amplia que imponga los valores y esa visión internacional”, manifestó.