Juan David Latorre
La Embajada del Perú organizó el pasado lunes una Cata de Pisco con la reconocida sommelier peruana Lucero Villagarcía, que expuso la historia del pisco y su elaboración, las características de las uvas pisqueras, una breve reseña de las regiones pisqueras y sus bodegas, para culminar con la cata de cuatro diferentes uvas pisqueras de cuatro regiones del Perú.
El evento estuvo dirigido a propietarios y chefs de restaurantes fusión de comida peruano-española y de comida española que incluyen en sus cartas platos tradicionales de la gastronomía del país sudamericano; así como, a reconocidos sommeliers locales y prensa especializa en gastronomía.
El pisco es el producto obtenido exclusivamente por destilación de mostos frescos de “Uvas Pisqueras” recientemente fermentados, utilizando métodos que mantengan los principios tradicionales de calidad. Denominado el vapor del vino o el espíritu del vino, el pisco es incoloro y transparente. Es parte de la idiosincrasia de Perú, parte del día a día, parte de las reuniones familiares y muy importante en la economía peruana, ya que existen en el país 525 productores en la actualidad y sólo 8 de ellos son industrias, lo que refleja la cantidad de pequeños productores y familias que viven de su producción.
Son cinco las regiones del Perú en las que se produce el pisco, los departamentos de Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y los valles de Locumba, Sama y Caplina del departamento de Tacna y cada una de ellas da un pisco diferente. Su cosecha se realiza en el mes de marzo y debe reposar unos seis meses.
Existen tres tipos de pisco: puro, mosto verde y acholado. Hernando de Montenegro fue el primer productor de vino. Fue la primera persona que plantó viñas en Lima entre 1539 y mediados de 1541. De su viña se sacaron plantas para la siembra en otras tierras de esta ciudad, así como de Ica, Huamanga, Cuzco, Arequipa y Chile, por ser una viña de buen vidueño. Ica tenía ricas minas de arcilla, grandes bosques de huarangos y minas de cobre para confeccionar las pailas donde cocían los caldos y sacaban el aguardiente de uva, que después llamaron pisco.
En el registro de la nave Nuestra Señora de la Soledad del año 1712, en Acapulco, se usaban las expresiones “aguardiente de pisco” y “botijas de aguardiente de pisco” para denominar a la bebida del Perú que era exportada hacia los puertos de México y Centroamérica. Este registro constituye la primera referencia fuera del Perú hasta el momento del uso de esta denominación para este ‘espíritu del vino’.