<h4><strong>Embajador José María Liu</strong></h4> <h5>Representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipei</h5> <h6><strong>Alberto Rubio</strong></h6> <h4><strong>El conflicto en Ucrania ha puesto de nuevo sobre el tapete geopolítico la reclamación de Pekín sobre Taiwán. Los paralelismos son suficientes, a juicio del embajador José María Liu, como para tomar en serio la posibilidad de un ataque. El representante de la Oficina de Taipei en España confía en el apoyo norteamericano y no cree posible una reunificación bajo "un país, dos sistemas".</strong></h4> <strong>¿Cree que realmente sería posible una invasión de Taiwán?</strong> <p class="p1">El riesgo de confrontación militar en el Estrecho de Taiwán existe. Para nosotros, Taiwán no es como Ucrania, pero nuestra preocupación es que China sí sea como Rusia, o peor aún. Es decir, una potencia hegemónica capaz de socavar la paz y la estabilidad no solo en la región, sino en todo el mundo. Por nuestra realidad geopolítica, los taiwaneses tenemos en común con los ucranianos un vecino grande, hegemónico y hostil que nos amenaza y que no está dispuesto a renunciar al uso de la fuerza, como demuestra con las continuas incursiones de aviones militares chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán. La realidad nos da una cruda lección de que algo similar a lo que ha sucedido en Ucrania podría también suceder en Taiwán. Pero la resistencia que está demostrando el pueblo ucraniano tras la invasión de Rusia inspira al pueblo taiwanés y refuerza nuestro compromiso de seguir defendiendo nuestra libertad y democracia. No buscamos el conflicto, pero haremos todo lo posible para defendernos.</p> <p class="p1"><strong>La semana pasada tuvo lugar en el Estrecho un ejercicio militar en el que el EPL desplegó una gran cantidad de unidades navales y aéreas. ¿Hay que tomárselo en serio?</strong></p> <p class="p1">Somos conscientes de que si Occidente no enseña los dientes ante lo que está ocurriendo en Ucrania, se estará sembrando un precedente para que otras potencias autoritarias, como es el caso de China, hagan lo que les venga en gana. Tal y como le ha sucedido a Ucrania, nosotros sufrimos la continua amenaza de China, y por eso hacemos un llamamiento a los países democráticos para que permanezcamos unidos ante cualquier invasión autoritaria. Si el régimen chino viera síntomas de que la unidad entre los países democráticos no es del todo sólida, podría verse tentado a aprovechar la situación que se vive en Ucrania para desestabilizar el Estrecho de Taiwán. Estos son momentos decisivos en los que las alianzas democráticas debemos unirnos fuertemente frente a la expansión hegemónica y tomarla muy en serio.</p> <p class="p1"><strong>Taiwán ha aumentado notablemente su gasto en Defensa en los últimos años. ¿Sería suficiente para hacer frente a China continental o necesitaría el apoyo de Estados Unidos?</strong></p> <p class="p1">La acción militar de Rusia está aumentando nuestra preocupación. Nuestra pretensión es la de trabajar en la autodefensa y garantizar nuestra seguridad nacional fortaleciendo nuestra preparación para responder a posibles acciones militares en el Estrecho de Taiwán. El ejército taiwanés está trabajando para mejorar sus capacidades de combate defensivo y las capacidades de combate asimétricas para responder a las provocaciones militares de China. Nuestra determinación es la de superar los desafíos y estamos decididos a luchar por la supervivencia y la prosperidad de la República de China (Taiwán), así como por la seguridad y el bienestar de todos los taiwaneses. Las Fuerzas Armadas de Taiwán han logrado avances notables en la adquisición de armas y equipos a través del aumento del presupuesto en el sector de la defensa, la mejora de las capacidades operativas, la transformación del sistema del servicio militar y en programas de producción nacional de aviones y buques de guerra. Cualquier tipo de apoyo procedente de la alianza democrática, sobre todo de EEUU, será bienvenido, pero en Taiwán siempre pensamos, sobre todo, en que “Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos”. En el futuro, no ahorraremos esfuerzos para fortalecer nuestra autodefensa y continuar colaborando con países de ideas afines para contribuir de forma colectiva a la paz y estabilidad en el Indo-Pacífico.</p> <p class="p1"><strong>Y, en ese caso, ¿se puede dar por seguro que Taiwán tendría el apoyo norteamericano?</strong></p> <p class="p1">Durante su conversación con Xi Jinping del viernes 18 de marzo para tratar el asunto de la invasión de Ucrania, el presidente estadounidense Joe Biden reiteró que la política de EEUU sobre Taiwán no ha cambiado, y enfatizó que su país continúa oponiéndose a cualquier cambio unilateral del estatus quo en el Estrecho de Taiwán. Con el Acta de Relaciones con Taiwán y las Seis Garantías, EEUU garantiza su compromiso con la autodefensa de Taiwán y deja la puerta abierta a una intervención estadounidense en caso de agresión militar de China sobre Taiwán. Ello nos proporciona la seguridad de contar con el apoyo de EEUU, que ha repetido en numerosas ocasiones que su compromiso con Taiwán es “sólido como una roca”. Nuestro Gobierno agradece sinceramente el apoyo estadounidense al mantenimiento de la estabilidad y la paz en el Estrecho de Taiwán.<span class="Apple-converted-space"> </span></p> <p class="p1"><strong>Ustedes son el principal productor de semiconductores en el mundo. ¿Eso supone un seguro frente a la RPCH o es un agravante añadido a un presunto casus belli?</strong></p> <p class="p1">En efecto, Taiwán se ha convertido en el principal proveedor global y en la pieza clave de la cadena de suministro de chips en todo el mundo, pues ocupa hoy el 63 por ciento del mercado mundial de chips. Solo la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el gigante tecnológico de Taiwán, copa el 54 por ciento del mercado de chips en todo el mundo. Nuestra presidenta Tsai Ing-wen ha sido siempre muy firme al mantener que no defender a Taiwán ante las amenazas procedentes de China no solo sería catastrófico para los taiwaneses, sino que supondría acabar con la arquitectura de seguridad que ha permitido la paz y el extraordinario desarrollo económico en la región durante siete décadas. En palabras de nuestra presidenta, “si Taiwán cayera, las consecuencias serían catastróficas para la paz regional y el sistema de alianzas democráticas, perturbarían el comercio internacional y desestabilizarían todo el Pacífico Occidental”.<span class="Apple-converted-space"> </span></p> <p class="p1"><strong>¿Es posible la reunificación pacífica de la que se habla en Pekín?</strong></p> <p class="p1">El futuro de Taiwán debe determinarse por su propio pueblo. Con la presión militar y diplomática de China en constante aumento, los grandes retos que Taiwán deberá afrontar en 2022 se centran en defender nuestra libertad, democracia y conexión con el mundo. Nuestra presidenta Tsai Ing-wen ha remarcado los cuatro pilares del plan de este año para una gobernabilidad estable en la República de China (Taiwán): (1) continuar con nuestro compromiso global, (2) mantener nuestro impulso económico, (3) fortalecer nuestra red de seguridad social y (4) salvaguardar la soberanía de nuestra nación. Todo ello con el objetivo de mantener nuestros valores de libertad y democracia y trabajar para garantizar la paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico.</p> <p class="p1"><strong>El actual gobierno taiwanés ganó las elecciones con un mensaje abiertamente independentista, lo que significa que su población no quiere oír hablar de “un país, dos sistemas”. ¿Ha llegado la hora de una proclamación de independencia?</strong></p> <p class="p1">Tras lo sucedido en Hong Kong estos últimos años, ha quedado bien claro ante los ojos del mundo que la fórmula “un país, dos sistemas” ha resultado ser un absoluto fracaso. Los recortes a la democracia y los ataques a la libertad de prensa con el cierre de medios de comunicación y detención de periodistas son la prueba más evidente del retroceso de las libertades en Hong Kong, algo que el pueblo de Taiwán nunca aceptará. Recientes encuestas concluyen que existe entre la población de Taiwán un rechazo cada vez más generalizado a las pretensiones de unificación de China. Alrededor del 90 por ciento de los taiwaneses se opone a la fórmula de “un país, dos sistemas” impuesta por Pekín, así como al empeño del régimen chino por limitar el espacio internacional de Taiwán y por amenazarnos con la fuerza militar.</p> <p class="p1"><strong>¿No sería más sensato por parte de la República Popular admitir el status quo y negociar un acuerdo que admita esa independencia?</strong></p> <p class="p1">Insistimos en que el futuro de Taiwán debe determinarse por su propio pueblo. Cualesquiera que sean las afirmaciones y amenazas que las autoridades chinas hagan sobre Taiwán, la realidad es que la República de China (Taiwán) nunca ha sido parte de la República Popular de China. A pesar de todo el poder militar de la República Popular de China, cualquier intento de invasión no logrará romper la solidaridad del pueblo taiwanés. Al final, la historia ha de inclinarse hacia que la democracia prevalezca sobre la autocracia.</p> <p class="p1"><strong>¿Qué efecto tendría una agresión sobre Taiwán en todo el área de Asia-Pacífico?</strong></p> <p class="p1">No nos cabe ninguna duda de que si China ataca a Taiwán, todos - incluida China - pagaremos un precio muy alto. Porque en las guerras no existen ganadores, solo perdedores. Nuestra posición ha sido siempre la de no doblegarnos ante la presión ni tampoco actuar precipitadamente cuando tengamos apoyo. Queremos recordar al régimen de Pekín que no debe juzgar equivocadamente la situación y que debe detener la proliferación de aventurerismo bélico, consistente en continuas amenazas militares. El uso de la fuerza militar no es en absoluto una opción para resolver las diferencias entre los dos lados del Estrecho de Taiwán. Solo si mantenemos la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, y si cada parte trabaja para cuidar el sustento y la confortabilidad del pueblo, alcanzaremos el ambiente apropiado para que ambas partes abordemos y busquemos pacífica y conjuntamente soluciones a los problemas que enfrentamos.</p> <p class="p1"><strong>La presión de China tiene también su reflejo en la ausencia de Taiwán de organismos internacionales, como la Asamblea Mundial de la Salud (AMS). ¿Ha cambiado en algo la situación de Taiwán?</strong></p> <p class="p1">La Organización Mundial de la Salud (OMS), que es la organización internacional más importante que vela por el desarrollo de la salud pública global y la defensa del derecho a la salud, no se atiene a la neutralidad y profesionalidad y sigue excluyendo a Taiwán por la presión de China, lo cual compromete seriamente la seguridad sanitaria mundial. Mientras el mundo entero continúa luchando contra la covid-19, los logros de Taiwán en la contención de la pandemia, basados en el uso de la tecnología, la transparencia de la información, los controles fronterizos estrictos y la investigación y detección precisa de casos, han sido ampliamente reconocidos. Ahora, con la llegada de la nueva variante ómicron, más contagiosa pero con síntomas más<span class="Apple-converted-space"> </span>leves, el nuevo modelo de gestión de Taiwán busca minimizar el impacto general y permitir que las personas lleven una vida normal mientras se mantienen las medidas activas de prevención. Continuando con nuestros lemas de “Taiwán puede ayudar” y “Taiwán está ayudando”, nuestra determinación de participar en la cooperación médica y sanitaria mundial permanece invariable. Por ello, instamos a la OMS para que se adhiera a los principios de profesionalidad y neutralidad, rechace las interferencias políticas inapropiadas e invite a Taiwán a participar en su Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra del 22 al 28 de mayo, en calidad de observador. Asimismo, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que continúen apoyando firmemente la participación de Taiwán en la red mundial de salud, a fin de que podamos seguir contribuyendo activamente en la era pospandemia.</p>