<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Miles de personas atravesaron ayer las fronteras de Ceuta y Melilla en el primer día de reapertura de los pasos fronterizos con Marruecos, que llevaban más de dos años cerrados a causa de la pandemia y la crisis diplomática bilateral.</strong></h4> Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, <strong>la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez</strong>, declaró ayer que la reapertura de las fronteras con Marruecos en Ceuta y Melilla -que calificó de “día importante”- se había producido “con absoluta normalidad” gracias al refuerzo de las fuerzas y cuerpos de seguridad en ambas ciudades con la llegada de 220 nuevos agentes. No fue esa, en cambio, la opinión de las organizaciones de la Policía y la Guardia Civil, que se quejaron de que la reapertura de las fronteras se había realizado sin la suficiente planificación. Tal como anunció la semana pasada el Ministerio del Interior, <strong>la reapertura ha comenzado de manera “gradual”:</strong> en la medianoche del lunes y al martes se reabrieron los pasos de El Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enzar, en Melilla, para los ciudadanos y residentes de la Unión Europea y para aquellas personas autorizadas a circular en el espacio Schengen. En ambas categorías, para acceder a Ceuta y Melilla es imprescindible cumplir los requisitos sanitarios que disponga el Ministerio de Sanidad para estos puestos habilitados terrestres. Asimismo, a partir del martes 31 de mayo, podrán ingresar en territorio español a través de esos mismos pasos los trabajadores transfronterizos legalmente reconocidos, así como aquellos que, por caducidad de la tarjeta que les acredita como tales, hayan obtenido un visado específico para Ceuta y Melilla. Dentro de este proceso gradual, los grupos de trabajo hispano-marroquíes determinarán las categorías de personas y mercancías que podrán acceder a Ceuta y Melilla a través de la frontera con Marruecos. En cualquier caso, la reapertura debería conllevar el restablecimiento de los controles aduaneros de Melilla, paralizados desde octubre de 2018, y el establecimiento de una aduana en Ceuta, que actualmente no existe y cuya creación implicaría, a juicio de Moncloa, el reconocimiento implícito de la soberanía española sobre las dos ciudades autónomas. <strong>Lo cierto es que los ciudadanos y los medios de las dos Ciudades Autónomas vivieron la reapertura como un acontecimiento</strong>. “El Tarajal es una fiesta de buena vecindad en la reapertura”, titulaba ayer el diario <em>Ceuta al Día</em>. “Aglomeraciones en el Hospital Militar para vacunarse y poder salir a Marruecos”, escribía <em>El Faro de Ceuta</em>, el decano de la prensa ceutí. “Un día histórico para Melilla: reabre la frontera tras 26 meses de cierre”, titulaba <em>Melilla Hoy</em>. “Abre la frontera de Melilla ante una multitud expectante”, destacaba <em>El Faro de Melilla</em>. De acuerdo con los datos oficiales, casi un millar de personas habían salido desde Melilla a Marruecos, o viceversa, desde primeras horas del día y casi 2.000 personas y más de medio millar de vehículos habían cruzado el paso fronterizo de Ceuta en los dos sentidos (muy especialmente hacia Marruecos). “Es una satisfacción que muchos melillenses puedan reencontrarse con sus familias después de dos años con la frontera cerrada”, declaró <strong>el presidente de Melilla, Eduardo de Castro</strong>, quien asistió a la apertura del paso fronterizo. El <strong>nuevo presidente del PP y presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo</strong>, se desplazó ayer a Ceuta para expresar el compromiso de su partido con el “cumplimiento estricto de la Constitución y los tratados y leyes internacionales”. En declaraciones a la prensa local, el líder gallego manifestó su “alegría” por la vuelta de la normalidad, porque “es bueno para Ceuta y Melilla reinstaurar las relaciones con Marruecos”, pero criticó que la reapertura se hubiera llevado a cabo sin “seguridad jurídica” y sin “medios adecuados”, por “no haberse trabajado en la revisión del Tratado Schengen” y por no haberse establecido la aduana comercial en Melilla. El pasado 11 de abril, un día antes del anuncio de Interior, <strong>los ministros de Asuntos Exteriores español y marroquí, José Manuel Albares y Nasser Bourita</strong>, tomaron en Marrakech la “decisión política” de reabrir los pasos fronterizos en el marco de la hoja de ruta acordada el pasado 7 de abril en Rabat entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohamed IV. La hoja de ruta fue el punto culminante de la distensión diplomática generada por la sorprendente decisión del Gobierno español de aprobar el plan de autonomía para el Sáhara Occidental, un año después del estallido de la una de las peores crisis diplomáticas entre los dos países.