The Diplomat
España, junto con otros catorce países europeos reclamó ayer a Israel, en un comunicado conjunto que revierta la decisión de construir casi 4.500 nuevas viviendas en Cisjordania.
El comunicado, difundido ayer por el Ministerio de Asuntos exteriores está suscrito por los titulares de ese departamento de Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega y Suecia, además de España.
Los quince países se muestran preocupados España se ha declarado «preocupados» por la decisión adoptada el jueves por decisión el Alto Consejo de Planificación de Israel las autoridades israelíes, y subraya que las nuevas viviendas constituirían «un obstáculo adicional» a la solución de los dos Estados.
«Los asentamientos israelíes constituyen una clara violación del Derecho Internacional y obstaculizan una paz justa, duradera y global entre isrealíes y palestinos», señalan, antes de mencionar también las demoliciones y desahucios que afectan a la población palestina en Jerusalén Este y en el Área C. «Amenazan directamente la viabilidad de un futuro Estado palestino», indican.
Por ello, también urgen a las autoridades israelíes a no proceder con ninguna de las demoliciones o desahucios planificados y han aludido específicamente a Masafer Yatta, una serie de 19 aldeas palestinas en la Gobernación de Hebrón, en el extremo sur de Cisjordania.
Una comisión urbanística de Israel dio luz verde el jueves a la construcción de 4.427 viviendas en asentamientos de Cisjordania, en línea con unos planes que ya se conocieron la semana pasada y que habían generado recelos en la comunidad internacional, también por parte de Estados Unidos.