<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Tal como se había anunciado, los Gobiernos de España y Portugal aprobaron ayer, simultáneamente, el “mecanismo excepcional” autorizado por la Unión Europea para los dos países ibéricos para ajustar los precios de la electricidad en el mercado mayorista.</strong></h4> <strong>Los dos países celebraron ayer sendos Consejos de Ministros extraordinarios para aprobar un tope de 40 euros el megavatio/hora en el precio del gas que se utiliza para producir electricidad</strong>. Este ajuste, según el Gobierno español, permitirá que el megavatio hora baje del entorno de los 210 euros de los últimos meses hasta los 130 euros. La reducción estará vigente durante un año. Según declaró <strong>la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez</strong>, en la rueda de prensa posterior al Consejo, esta medida abaratará el recibo de la luz “a las familias, los hogares, las pequeñas y medianas empresas, los autónomos y, de forma muy relevante también, a la industria”. Asimismo, contribuirá a frenar la tendencia alcista de los precios y ofrecerá certidumbre en un contexto económico condicionado por la guerra en Ucrania. Por su parte, <strong>la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera</strong>, destacó que este mecanismo fue acordado entre España y Portugal con la Comisión Europea, que ha entendido las “circunstancias específicas” de dos países con una muy baja interconexión eléctrica con el resto del continente. Gracias a ello, precisó, el espacio ibérico va a contar, durante doce meses, con un sistema de protección especial en momentos de gran volatilidad e incertidumbre. En grandes líneas, según Ribera, el mecanismo consiste en una limitación en la referencia del precio del gas a la hora de vender al sistema eléctrico. Ese tope se iniciará en 40 euros el megavatio hora durante seis meses y se incrementará después, mes a mes, hasta alcanzar un promedio de 48 euros. Gracias a esta limitación, el precio medio de la electricidad caerá de forma importante hasta el entorno de los 130 euros el megavatio hora en promedio a lo largo del año, frente a los 210 euros del primer trimestre de 2022 (y con picos mucho más elevados). La entrada en vigor de la norma se producirá al día siguiente de la publicación en el Boletín Oficial del Estado. En todo caso, según la vicepresidenta, habrá que esperar a que la Comisión Europea respalde formalmente la norma que se publique en los diarios oficiales de ambos países. Por su parte, <strong>el ministro de Medio Ambiente y Acción por el Clima de Portugal, Duarte Cordeiro</strong>, declaró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en Lisboa que se trata de “una medida excepcional” a causa de la guerra en Ucrania, y que tendrá una duración de doce meses, lo que permitirá incluir el periodo de mayor consumo eléctrico (otoño e invierno). “Al limitar el precio del gas natural a un techo máximo, a efectos de producción de electricidad, se obtendrá una reducción muy significativa del coste de la electricidad, teniendo en cuenta las referencias de precios registradas durante este año, generando así un ahorro para las familias y las empresas”, añadió. A juicio de Cordeiro, la fijación de este tope al precio del gas permitirá ahorrar hasta un 18% respecto al precio medio de los cuatro primeros meses del año. <strong>“El mecanismo, ahora aprobado, es el resultado del trabajo de cooperación entre los Gobiernos de Portugal y España con vistas a desvincular el precio del gas natural del Mercado Ibérico de Electricidad (MIBEL) y tiene en cuenta las características particulares del mercado ibérico, así como la reducida interconexión eléctrica de la península Ibérica con la Europa Continental”</strong>, destacó el Gobierno luso en una nota de prensa. <h5><strong>La excepcionalidad ibérica</strong></h5> El pasado 25 de marzo, el Consejo Europeo aprobó el derecho de los dos países ibéricos a gestionar sus propios precios de referencia del gas para las centrales de ciclo combinado, a fin de reducir los costes de la energía eléctrica. “La península Ibérica tiene una situación especial y, por ello, hemos acordado un posible tratamiento especial para que pueda lidiar con la situación”, declaró ese día la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. <strong>La solución “ibérica” había sido propuesta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el primer ministro de Portugal, António Costa</strong>, tras constatar la imposibilidad de convencer a los 27 Estados de la UE para que se fijase el precio del gas a fin de contener los precios de la electricidad en el mercado mayorista, una propuesta defendida por España, Portugal, Italia, Grecia y Bélgica y a la que se opusieron radicalmente Alemania y Países Bajos. Por ello, Madrid y Lisboa optaron por recordar el carácter de “isla energética” de la península Ibérica a causa de su bajísima interconexión con el mercado energético europeo -solo el 2,8% entre España y Francia- para convencer al resto de socios de que cualquier intervención de los dos países ibéricos en sus propios precios no debería afectar al funcionamiento conjunto del mercado europeo. El pasado 26 de abril, España y Portugal llegaron a un acuerdo con la Comisión Europea para poder fijar en 40 euros el precio inicial de referencia para el gas (lo que implicaría un precio medio de casi 50 euros a lo largo de doce meses). El objetivo inicial de los Gobiernos de Madrid y Lisboa, presentado el pasado 30 de marzo a la Comisión Europea, era que se fijase un precio de referencia de 30 euros. Aunque el acuerdo final no satisfizo plenamente la pretensión de los dos países ibéricos, seguía siendo muy inferior respecto a los precios del gas en los mercados internacionales.