<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró ayer que la solicitud de Finlandia para entrar en la OTAN revela que, tras la invasión rusa, “no sólo están en juego la integridad y soberanía de Ucrania, sino la paz y la prosperidad de Europa”. Asimismo, recordó que cualquier decisión al respecto deberá tomarse durante la próxima Cumbre de la Alianza, prevista para finales de junio en Madrid.</strong></h4> <strong>“Hace pocos minutos acabamos de conocer la noticia de que el Gobierno de Finlandia solicita su ingreso en la OTAN y será en Madrid cuando se decida”</strong>, afirmó Albares durante su participación por videoconferencia en la jornada <em>La OTAN y el Flanco Sur: El Sahel y el Mediterráneo</em>, celebrada en la sede de Casa Mediterráneo de Alicante. La decisión de Finlandia, que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia y que se ha caracterizado históricamente por una estricta neutralidad, revela que <strong>la agresión rusa contra Ucrania “ha catalizado la voluntad de acceso a la organización de países que tradicionalmente eran neutrales o que, incluso, mantenían un pacifismo permanente, como es el caso de Finlandia”.</strong> “Ello es porque en estos momentos todos sentimos que está en juego no sólo la integridad y soberanía de Ucrania, que ya es mucho, sino el proyecto de paz, de progreso, de prosperidad que la UE y la OTAN encarnan”, prosiguió. El pasado 28 de abril, Albares declaró en Helsinki, durante una rueda de prensa conjunta con el ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto, que, “para España, Finlandia es una democracia consolidada y, por tanto, es normal que Finlandia tenga un lugar en la OTAN, que es una alianza de democracias”. Asimismo, recordó que “Finlandia es miembro de la UE, como España, y, por lo tanto, está cubierta por la cláusula de asistencia mutua prevista en el artículo 42 del Tratado de la UE de Lisboa”. “Por ese motivo, para España no sería nada nuevo tener a Finlandia en la familia de la OTAN, porque ya estamos preparados para mostrar la misma solidaridad que tenemos dentro de la familia europea”, añadió. Albares también afirmó ayer que <strong>de la Cumbre de Madrid deberá “salir una respuesta contundente y firme a los desafíos no solo de Rusia, sino del Flanco Sur”</strong>, especialmente la región del Sahel, que “atraviesa momentos críticos porque, a los conflictos étnicos, se le suma la amenaza terrorista y una crisis económica que empieza a ser endémica”. “Las amenazas del este son cada vez mayores, pero las amenazas del sur son también las amenazas de Rusia en el sur", porque el régimen de Vladimir Putin “también está presente en el sur”. En este sentido, recordó que, durante la reunión de la Coalición Mundial contra el Daesh, celebrada esta semana en Marrakech, se informó “de cómo ha crecido la influencia militar rusa en esa zona”. “El uso de los suministros energéticos para chantajear a los países de la OTAN puede producirse mañana en el Flanco Sur”, advirtió. El presidente, Sauli Niinistö, y la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, expresaron ayer en un comunicado su apoyo al ingreso en la OTAN “cuanto antes”. Como es habitual, el Gobierno ruso respondió a este anuncio asegurando que la entrada de Finlandia a la OTAN sería respondida con “represalias de carácter militar-técnico y de otro tipo”. El proceso de ingreso en la OTAN es mucho más rápido que el de la UE y podría concluir en un plazo aproximado de cuatro meses. Para ello, se necesita el apoyo unánime de los 30 miembros de la Alianza, previa ratificación en los Parlamentos de todos los Estados miembros. El apoyo inicial de los Gobiernos se da casi por sentado, pero el trámite parlamentario parece un escollo más complicado. Aunque Finlandia no es miembro de la OTAN, sí forma parte desde 2014 del grupo de socios de la Alianza.