The Diplomat
El Ministerio de Asuntos Exteriores acoge desde el pasado jueves una exposición de obras de artistas zimbabwanos, en homenaje a Pilar Fuertes, fallecida en 2012, cuando era embajadora en Zimbawe.
La exposición, que se podrá visitar hasta el día 30 de este mes de abril, fue inaugurada en un emotivo acto que congregó a números compañeros, amigos y familiares de la diplomática.
Pilar Fuertes Ferragut murió hace diez años, tras sufrir un accidente de tráfico en Namibia, donde pasaba unos días de vacaciones. En ese momento, 2 de abril de 2012, era embajadora en Zimbabwe, un puesto que ocupaba desde noviembre de 2008. Tenía 49 años y una brillante carrera diplomática, que había comenzado en 1992 y la había llevado a países como Líbano, Indonesia, Guatemala y Egipto, donde ocupó la segunda jefatura de la Embajada. Además, estuvo destinada en la Oficina de Información Diplomática (OID) y fue subdirectora general de Pacífico, Sureste Asiático y Filipinas y subdirectora general de Relaciones Internacionales, Inmigración y extranjería en el Ministerio del Interior.
La exposición “Espíritu de la amistad. Entre dos aguas”, en cuya preparación han participado la Embajada de España en Harare, la National Gallery de Zimbabwe y la Fundación Cristóbal Gabarrón, recoge obras de once artistas de Bulawayo y Harare: Anthony Bumira, Misheck Masamvu, Owen Maseko, Stephen Garang’anga, Charles Bhebe, Tafadzwa Gwetai, John Kotze, Wallen Mapondera, Belinda Marshall, Freddy Tauro y Tracy Ann Strydom.
Fue la propia Pilar Fuertes la que propició en el año 2012, meses antes de su fallecimiento, la creación de una exposición de artistas de Zimbabwe, en su afán por contribuir a fortalecer el proceso de democratización del país, valiéndose de la cultura y las artes. Como destaca, Cris Gabarrón, presidenta de la Fundación Gabarrón, en el folleto de la exposición la residencia de la embajadora española en Harare se convirtió en “un efervescente centro de las artes, del pensamiento y de las personas, una pequeña ‘Suiza’ donde se juntaban en libertad, diplomáticos, políticos, empresarios, artistas, pensadores, y amigos, dentro de un país tensionado por el existente conflicto social, político y económico. “Por ello -añade-, no era de extrañar la gran huella que dejó en el mundo de la cultura y las artes de esa parte del mundo, visible en esta exposición”.