The Diplomat
El Gobierno argelino calificó ayer de “inaceptables” unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en las que -en respuesta al presidente Abdelmayid Tebune- definió como “polémicas estériles” los problemas diplomáticos surgidos entre los dos países por la decisión española de defender el plan de autonomía para el Sáhara Occidental.
“Yo no voy a alimentar polémicas estériles, pero España ha tomado una decisión soberana dentro de la legalidad internacional, y no hay más que añadir, y de todas esas declaraciones, con lo que me quedo es con lo que llevamos semanas diciendo: la garantía total del suministro de gas argelino a España y el respeto escrupuloso a los contratos internacionales que tienen nuestras empresas con el Gobierno argelino”, declaró ayer Albares durante una entrevista a Onda Cero.
Con estas palabras, el ministro respondió a unas declaraciones del presidente de Argelia, Abdelmayid Tebune, quien este pasado sábado calificó de “inaceptable, éticamente e históricamente”, el giro dado por España respecto al Sáhara Occidental y acusó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de haber roto, con ello, las “cordiales y fuertes” relaciones que mantenían España y Argelia. No obstante, Tebune garantizó que su país cumplirá absolutamente todos los acuerdos de suministro de gas a España.
El enviado especial para el Sáhara Occidental y el Magreb en el Ministerio de exteriores Argelia, Ammar Belani, manifestó ayer que las palabras de Albares a Onda Cero “en respuesta a las declaraciones del presidente de la República” son “lamentables y totalmente inaceptables” y, “ciertamente, no contribuirán a una rápida vuelta a la normalidad en las relaciones bilaterales, y el ministro español tendrá que asumir las consecuencias”.
En todo caso, no es la primera vez que Albares utiliza la expresión “polémicas estériles” para referirse a este problema diplomático con Argelia. El pasado viernes, el ministro declaró en Roma que “España aspira a tener la mejor relación con Argelia y que no sea incompatible tener una buena relación con Marruecos con tenerla excelente con Argelia” y, por ese motivo, no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que Argelia revise al alza los contratos con las empresas españolas porque no quería “alimentar polémicas estériles”.