<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El alto representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, coincidieron ayer en que la invasión de Ucrania representa una nueva etapa en la estrategia de seguridad y defensa europea y en que España puede jugar un “papel fundamental” en este proceso, especialmente durante la próxima Cumbre de la OTAN en Madrid y la Presidencia española de la UE en 2023.</strong></h4> “La guerra de Ucrania ha redefinido y alterado el paisaje militar de Europa y lo va a seguir haciendo en los próximos años”, advirtió <strong>Josep Borrell</strong> durante su intervención en la conferencia <em>La Brújula Estratégica de la Unión Europea</em>, organizada por <strong>la Fundación FEINDEF en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) en Madrid. </strong>El acto fue presentado por el presidente de la FEINDEF, el ex ministro de Defensa Julián García Vargas. “Europa es más fuerte tras la crisis de Ucrania por necesidad”, destacó. “Ha actuado con una velocidad y una determinación sin precedentes y está apoyando a Ucrania sin entrar en beligerancia, porque no queremos que la guerra se extienda horizontalmente a otros países ni verticalmente con un aumento de la capacidad de las armas que se usan”, prosiguió. Aparte, afirmó, “Europa debe ser un proveedor de seguridad no solo para los europeos, sino para un mundo en paz”. Ante estos retos, aseguró Borrell, <strong>la Brújula Estratégica de la UE</strong> -el “libro blanco” de la defensa europea de aquí a 2030, que fue aprobado el pasado 24 de marzo- supone “un antes y un después para la defensa y la seguridad de Europa y una señal de unidad y determinación” en un momento en el que “Europa está en peligro”. “Nunca antes un documento de defensa europeo había sido aprobado a este nivel político” y <strong>España, “como país motor de la política común de seguridad y defensa, está llamada a jugar un papel fundamental en la puesta en marcha de la Brújula”</strong>, tanto durante la Cumbre de la OTAN (que se celebrará a finales de junio) como durante la Presidencia del Consejo de la UE (en el segundo semestre de 2023), prosiguió Borrell, quien fue ministro de Asuntos Exteriores español entre 2018 y 2019. Según Borrell, <strong>la Brújula Estratégica presenta “cuatro pilares: reforzar la capacidad para actuar, garantizar la seguridad europea, mejorar la inversión en capacidades y trabajar con nuestros partenariados, el más importante de los cuales es la OTAN, pero no el único”</strong>. Respecto al primer pilar, recordó, Europa “participa en 18 misiones y ha participado en 37 misiones desde 2003”. “España juega un papel importante en este contexto, porque es de los primeros países contribuyentes en estas misiones europeas, aportando el 22% del personal desplegado, un 36% si nos ceñimos a las misiones estrictamente militares”. Asimismo, Borrell advirtió de la necesidad de “invertir en el incremento y la modernización de las capacidades” para “mitigar las dependencias estratégicas, que son muchas”. <strong>“En Europa es difícil ganar unas elecciones pregonando el aumento del gasto militar, pero llega un momento en que es necesario para asegurar la pervivencia del modelo europeo, que si está en peligro debe ser defendido”</strong>, afirmó. Se trata de “una amenaza de tal calibre que ningún Estado puede hacerle frente por sí solo” y, por ello, “todos los Estados han aumentado el gasto el defensa, incluso Alemania, el más reticente, y España no es una excepción”, prosiguió el alto representante, quien elogió “el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aumentar progresivamente el gasto para alcanzar el 2% del PIB en los próximos años”. <strong>Albares: “La unidad que hay entre socios y aliados la necesitamos dentro de España”</strong> En el mismo acto, <strong>José Manuel Albares</strong> coincidió con Borrell en que “la guerra ha cambiado para siempre nuestra manera de ver la defensa europea y la manera de percibirnos a nosotros mismos y de percibir nuestro entorno”, porque “hay mucho más en juego en Ucrania que la integridad territorial y la soberanía de un país, ha sido un órdago sin paliativos a todos los principios con los que vivimos y que rigen el orden europeo”. Según el ministro, la “reacción de españoles y europeos” se ha traducido en “unas decisiones que hace meses e incluso semanas eran impensables”, como “una batería de sanciones a Rusia sin precedentes, la defensa de los valores y la seguridad por encima de los intereses económicos y el envío de armamento financiado a cargo de un instrumento europeo, todo desde la unidad y el consenso con los socios europeos y con los aliados transatlánticos”. <strong>“Esa unidad es la que necesitamos aquí dentro, en España”</strong>, declaró Albares, quien destacó también la “complementariedad entre la UE y la OTAN” en la respuesta a Rusia, porque “sin la participación de la UE con el Fondo Europeo para la Paz y sin la batería de sanciones, los esfuerzos disuasorios de la OTAN no serían tan decisivos”. <strong>“España no puede ser ajena, debe liderar” este proceso, manifestó</strong>. “El azar de la historia nos ha situado en ello en este contexto tan complejo, porque España acogerá la Cumbre de la OTAN en junio y se prepara para, quince años después, presidir la UE”, prosiguió. <strong>“España tiene que estar a la altura de estos tiempos porque nos jugamos mucho”</strong> y porque “la nueva era política de seguridad y defensa europea no se puede hacer sin España”, agregó. <strong>Albares también coincidió con Borrell en la necesidad de reforzar las capacidades militares, tal como contempla la Brújula Estratégica</strong>, porque “son impensables las aspiraciones geopolíticas de la UE sin un músculo para respaldarlas”. Ese incremento de las capacidades de defensa debe ir acompañado de la necesidad de “superar la fragmentación industrial y reforzar la base industrial de la defensa”, porque “la auténtica autonomía estratégica necesita una industria estratégica”. Respecto al compromiso de alcanzar el 2% del PIB en el gasto en defensa, Albares aseguró que “el presidente del Gobierno fue muy claro al respecto” y que la propia sociedad española es consciente de esa necesidad, porque “la crisis de Ucrania ha puesto de relevancia una percepción de las amenazas más aguda para los ciudadanos, que han descubierto que la guerra, que creíamos completamente desterrada de Europa, ha vuelto con crudeza”, y, por ello, comprenden “la necesidad de dotarse de capacidades necesarias para garantizar la seguridad del orden europeo”.