<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Palacio Real de Rabat acogió ayer el tan esperado encuentro entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el Rey Mohamed VI de Marruecos, al término del cual el jefe del Ejecutivo anunció la puesta de una “hoja de ruta duradera y ambiciosa” que incluye la reapertura de los pasos fronterizos terrestres y que culminará con la celebración de la Reunión de Alto Nivel este mismo año. Asimismo, aunque el acuerdo no incluye ninguna mención a la soberanía de Ceuta y Melilla, aseguró que la integridad territorial de España está “fuera de toda duda”.</strong></h4> <strong>“Éste es un momento histórico y necesario para las relaciones bilaterales de dos países vecinos, amigos, socios”</strong>, declaró Sánchez en la rueda de prensa posterior a su entrevista con el Monarca alauí. “Durante la audiencia con el Rey, hemos coincidido en la necesidad de abordar una hoja de ruta duradera, ambiciosa y que sirva de guía para la nueva fase”, porque “queremos que la nueva etapa se base en principios sólidos” y que <strong>“los temas de interés común sean tratados con espíritu de confianza, a través de la concertación y sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados”.</strong> En ese marco, explicó, los dos mandatarios acordaron <strong>el refuerzo de “la cooperación migratoria y el restablecimiento normalizado de los puestos fronterizos terrestres con Melilla y Ceuta para el paso de mercancías y personas”</strong>, para lo cual se llevará a cabo “una apertura gradual y ordenada y con las debidas garantías sanitarias”. Asimismo, el acuerdo incluye la reanudación de las conexiones marítimas con vistas a la preparación de la próxima operación Paso del Estrecho. Por otra parte, los dos Gobiernos se han comprometido a recuperar el grupo de trabajo sobre migraciones y a crear otros nuevos sobre economía, infraestructuras, educación, formación profesional, cultura y deportes, con el cometido de recoger sus conclusiones en <strong>la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN), que “hemos acordado que se celebrará antes del final del año”.</strong> Los compromisos acordados entre las dos partes <strong>no incluyen ninguna mención a la posibilidad de que Marruecos renuncie a sus reivindicaciones territoriales en Ceuta y Melilla</strong> <strong>y sobre las aguas de Canarias como contrapartida a la decisión del Gobierno español de aceptar el plan marroquí para la autonomía del Sáhara</strong> <strong>Occidental,</strong> un volantazo en la política exterior española que ha permitido llegar a esta nueva etapa en las relaciones bilaterales. No obstante, aseguró Sánchez, <strong>“la integridad y la soberanía territorial de España están fuera de toda duda, incluidas Ceuta y Melilla, porque es un compromiso del Estado y del Gobierno y un ordenamiento constitucional”</strong>. En este momento, precisó, el objetivo principal es “garantizar la gestión del fenómeno fronterizo de manera concertada, con espíritu de buena vecindad y en ausencia de actos unilaterales”. <h5><strong>La entrevista con el Rey</strong></h5> La histórica visita de Pedro Sánchez comenzó hacia las 16:15 horas, cuando, <strong>acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares</strong>, aterrizó en un avión de la Fuerza Aérea Española en el aeropuerto de Rabat-Salé, donde fue recibido por <strong>el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch</strong>. <strong>A su llegada al Palacio Real, Sánchez y Mohamed VI se saludaron e intercambiaron unas palabras de cortesía en español</strong>, tras las cuales el jefe del Ejecutivo trasladó a Mohamed VI un saludo del Rey Felipe VI, le felicitó por la evolución de la pandemia del COVID-19 en su país y afirmó que era “un honor” para él poder pernoctar en el Palacio de Huéspedes de Rabat. Según informó <strong>la Casa Real marroquí en una nota de prensa</strong>, Pedro Sánchez <strong>reafirmó durante su entrevista “la posición de España sobre la cuestión del Sáhara, considerando la iniciativa marroquí de autonomía como la base más seria, realista y creíble para la resolución del diferendo”.</strong> El Rey alauí estuvo acompañado por su consejero, Fuad Ali Himma; el ministro de Exteriores, Nasser Bourita; y la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, quien regresó a Madrid el pasado 20 de marzo después de ser llamada a consultas hace un año en protesta por la decisión de España de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Por su parte, Sánchez estuvo acompañado en este encuentro por Albares y por el embajador de España en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitner. <strong> </strong> Al término de la conversación en el Palacio Real, que duró alrededor de una hora, <strong>Mohamed VI invitó a Pedro Sánchez a acompañarle en el <em>ifta</em>r</strong>, la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno del Ramadán mantenido durante toda la jornada, “un gesto de amistad por parte de Mohamed VI, ya que se trata de un momento en el que se reúnen familiares y personas cercanas”, según declaró Albares el pasado martes. Al <em>iftar</em> asistieron, además del Rey y Sánchez, el Príncipe Heredero, Moulay El Hassan, el Príncipe Moulay Rachid, José Manuel Albares, Aziz Akhannouch, Nasser Bourita y Ricardo Díez-Hochleitner. <h5><strong>El PSOE se desmarca en el Congreso </strong></h5> <strong>Horas antes del viaje de Sánchez a Rabat, el pleno del Congreso aprobó una proposición no de ley de Unidas Podemos, ERC y Bildu en la que, implícitamente, se defiende la celebración del referéndum de autodeterminación en el marco de la ONU.</strong> Concretamente, la parte resolutiva de la moción muestra su “apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), en el convencimiento de que solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable, duradera y aceptable por ambas partes al conflicto político en el Sahara Occidental”. El texto fue aprobado con 168 votos a favor, 61 abstenciones (Vox y Ciudadanos) y 118 votos en contra, todos del PSOE, a pesar de que <strong>el portavoz del Grupo Socialista, Héctor Gómez, se había comprometido el miércoles a apoyar la moción con el argumento de que únicamente se iba a votar la parte resolutiva, cuyas peticiones consideraba compatibles con el nuevo giro del Gobierno respecto al Sáhara Occidental</strong> (en el preámbulo, en cambio, se critica abiertamente a “una parte del Gobierno español” por modificar “unilateralmente” la política española hacia su ex colonia, “contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y el propio Derecho Internacional y sin haberla consultado ni compartido con ninguno de los grupos políticos del Congreso de los Diputados”). <strong>El argumento esgrimido por el PSOE para cambiar su voto a última hora fue que se había sentido “atacado” por el diputado Gerardo Pisarello, de Unidas Podemos</strong> (socio minoritario del Gobierno), durante el debate del miércoles. En referencia a la moción, <strong>el presidente del Gobierno se limitó a expresar ayer su “respeto a lo que se ha aprobado en el Congreso”</strong>. “Me reafirmo en que ésta es la mejor posición en el interés general de España”, declaró Sánchez (antes de salir hacia Rabat) respecto a su decisión sobre el Sáhara. Asimismo, aseguró que el PSOE mantiene la misma postura desde hace años en favor de una solución negociada en el marco de la ONU. Por su parte, la <strong>vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz</strong>, de Unidas Podemos, calificó de “incomprensible, aunque muy respetable”, el “giro que ha pegado el PSOE” en esta votación, y <strong>la portavoz del Grupo Popular y coordinadora general del PP, Cuca Gamarra</strong>, aseguró que su grupo votó a favor porque “responde a la posición en la que siempre ha estado el PP” y, por tanto, “es perfectamente asumible”. Por otra parte, <strong>el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el Convenio entre España y Marruecos sobre cooperación en materia de seguridad y de lucha contra la delincuencia</strong> (incluidos el terrorismo, la trata de seres humanos y la inmigración ilegal, firmado en Rabat el 13 de febrero de 2019 y que entrará en vigor el próximo 30 de abril.