<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Congreso de los Diputados volvió a escenificar ayer la absoluta soledad del Gobierno y del PSOE en el tema del Sáhara, a pesar de la curiosa maniobra del Grupo Socialista para evitar que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, llegue hoy a Marruecos con una nueva derrota parlamentaria a sus espaldas.</strong></h4> <strong>Pedro Sánchez viajará hoy a Rabat, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en respuesta a la invitación que le formuló hace días el Rey de Marruecos</strong> para escenificar la recomposición de las relaciones bilaterales. Mohamed VI tendrá con Sánchez la deferencia de invitarle a compartir el <em>Iftar</em>, la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno del Ramadán mantenido durante toda la jornada. Previamente a este viaje, <strong>el pleno del Congreso de los Diputados volvió ayer a dejar bien claro el rechazo de todos los grupos parlamentarios (salvo el PSOE e incluidos los socios minoritarios y los habituales apoyos parlamentarios de Pedro Sánchez) a la decisión de Sánchez de reconocer el plan de autonomía del Sáhara Occidental.</strong> Durante el debate, los distintos grupos pidieron al presidente del Gobierno que “rectifique” y que así se lo comunique a Mohamed VI durante su encuentro en Rabat. Aparte, los diputados debatieron sobre <strong>una proposición no de ley presentada por Unidas Podemos, ERC y Bildu</strong> en cuyo <strong>preámbulo</strong> <strong>se critica la decisión de “una parte del Gobierno español” de modificar “unilateralmente” la política española hacia su ex colonia, “contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y el propio Derecho Internacional”</strong>, y “sin haberla consultado ni compartido con ninguno de los grupos políticos del Congreso de los Diputados”. Asimismo, en <strong>la parte resolutiva se afirma que “el Congreso de los Diputados ratifica su apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO)</strong>, en el convencimiento de que solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado a cabo de buena fe y de manera constructiva, conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable, duradera y aceptable por ambas partes al conflicto político en el Sahara Occidental”. Pues bien, <strong>la diferencia entre las dos partes de la proposición no de ley le ha servido al PSOE para no quedarse una vez solo en este asunto y anunciar su apoyo a la propuesta, con el argumento de que lo que se va a votar hoy es únicamente la parte resolutiva, cuyas peticiones considera compatibles con el nuevo giro del Gobierno respecto al Sáhara Occidental,</strong> según anunció <strong>el portavoz socialista en la Cámara, Héctor Gómez.</strong> A fin de evitar este vericueto parlamentario del PSOE, <strong>Aitor Esteban, del PNV</strong>, presentó una enmienda para que la parte resolutiva incluyera también una crítica al “giro radical y unilateral” del Gobierno y una defensa “explícita del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”, porque “si sobre esto no decimos nada, el Gobierno va pasar de rositas, y el PP, que no sabemos si se quejaba por el fondo o por las formas, va a decir: ‘pues sí, claro que sí apoyamos’, pero no se va a mojar”. En estas circunstancias, todo dependía de que los tres partidos aceptaran la enmienda del PNV, pero finalmente la rechazaron, por lo que la moción quedó tal como se había propuesto, asegurando con ello el apoyo de todos los grupos políticos, incluido el PSOE. El único rechazo procede de Ciudadanos, que a través del diputado Miguel Gutiérrez expresó su temor de que la PNL sea “una trampa” para introducir el debate de la autodeterminación en España, especialmente en Cataluña. <h5><strong>PP: “Una parte del Gobierno contra otra parte del Gobierno”</strong></h5> Por su parte, <strong>Valentina Martínez (PP)</strong>, destacó el hecho de que se estuviera “debatiendo una PNL presentada por una parte del Gobierno contra otra parte del Gobierno”, mientras que <strong>Gerardo Pisarello, de Unidas Podemos (socio minoritario del Gobierno)</strong>, afirmó que este texto le daba al PSOE “una oportunidad de rectificar y volver a la postura histórica de neutralidad” y de defensa del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui. <strong>Marta Rosique, de ERC</strong>, acusó a Sánchez de haberse “saltado 74 resoluciones de la ONU” y de haber “dejado en mal papel a las Naciones Unidas”, y <strong>Jon Iñarritu, de Bildu</strong>, calificó la decisión del Gobierno de “auténtica chapuza” y advirtió de que no es cierto que el “giro unilateral” de Sánchez sea “una postura de Estado”, porque va a acudir a Rabat “defendiendo una postura que no es la defendida en la Cámara”. <strong>Iván Espinosa de los Monteros, de Vox</strong>, denunció también que Sánchez ha tomado esa decisión “en contra de la voluntad de la totalidad de la Cámara”. Por su parte, Néstor Rego, representante del BNG en el Congreso, ha registrado una iniciativa para que se invite a intervenir ante la Cámara al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, de la misma forma que se hizo con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.