<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno de España felicitó ayer a Rodrigo Chaves por su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Costa Rica.</strong></h4> En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo traslada “sus mejores deseos de éxito" a Chaves y felicita también a la población "por el ejemplar desarrollo del proceso electoral, tanto de las elecciones legislativas y la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 6 de febrero, como de esta segunda vuelta". El Gobierno indica que la forma en que se ha desarrollado el proceso electoral "evidencia<strong> el indisoluble compromiso de Costa Rica con la democracia".</strong> Asimismo, asegura que "<strong>España continuará impulsando la relación estratégica con Costa Rica</strong>, a partir de profundos valores compartidos y en favor del bienestar y la prosperidad de nuestros pueblos, tanto en el plano bilateral como en los ámbitos iberoamericano y multilateral". Rodrigo Chaves, considerado de tendencia derechista, se impuso en los comicios al obtener el 52,9 por ciento de los votos, frente al 47,1 por ciento obtenido por su rival, José María Figueres, del centrista Partido Liberación Nacional (PLN), en unos comicios marcados por una abstención superior al 40 por ciento. El presidente electo dio así la vuelta a los resultados de la primera vuelta, en la que se impuso el expresidente Figueres. La segunda vuelta tuvo que celebrarse dado que ninguno de los candidatos superó el umbral del 40 por ciento de los apoyos durante la primera ronda, celebrada en febrero. Chaves es un economista de 60 años, que trabajo durante más de 30 en el Banco Mundial y que fue ministro de Hacienda del actual gobierno de Carlos Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020. Está previsto que su toma de posesión tenga lugar el próximo 8 de mayo. Una de los primeros anuncios hechos por Chaves es que nombrará un embajador en Nicaragua, país en el que Costa Rica no tiene representación diplomática desde 2018, en protesta por la actuación del régimen de Daniel Ortega. El presidente electo se mostró partidario de mantener relaciones con Nicaragua, aunque indicó que si expulsan a ese país de la OEA (Organización de Estados Americanos), pensaría qué hacer.