The Diplomat
Las autoridades españolas se incautaron ayer en Palma de Mallorca, a petición de Estados Unidos, del yate de lujo del oligarca ruso Viktor Vekselberg, cercano a Vladimir Putin y que había sido sancionado por Washington.
Este es el cuarto yate incautado en España desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. Los otros tres pertenecían, al parecer, a multimillonarios cercanos al poder y sancionados por la Unión Europea.
Según sendas notas de la Embajada estadounidense en Madrid y de la Guardia Civil, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ejecutaron una orden judicial que congela el Motor Yatch Tango, un yate de 77 metros de eslora, valorado en unos 90 millones de dólares, atendiendo a una solicitud de asistencia formuladas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Viktor Vekselberg no se encuentra sancionado por la Unión Europea, pero sí por el Departamento del Tesoro (OFAC) de Estados Unidos», donde, según la nota de la Benemérita, «se le investiga por fraude fiscal, blanqueo de capitales y falsedad documental en relación precisamente con la ocultación de la propiedad real de este yate de lujo para tratar de evitar la sanciones».
Vekselberg integra una lista de siete oligarcas rusos próximos al Kremlin, sancionados en abril de 2018 por Washington, que les acusa de haber participado en ataques de Rusia a las democracias occidentales.
Al recibir la petición de Estados Unidos, en virtud del tratado bilateral de asistencia judicial recíproca en asuntos penales, la autoridad central española de asistencia judicial recíproca remitió la solicitud a un fiscal español, quien obtuvo una orden de incautación de un tribunal español y la Guardia Civil fue la encargada de ejecutarla ayer.
Washington formuló la demanda, tras la emisión de una orden de incautación, presentada en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia, que alegaba que el Tango estaba sujeto a decomiso por los delitos de fraude, blanqueo de capitales y estatutos sancionadores.
Según los documentos presentados, la investigación estadounidense alega que Vekselberg compró el Tango en 2011 y lo ha poseído continuamente desde entonces. Además, indicó que Vekselberg usó compañías ficticias para ocultar la propiedad del Tango con el fin de evitar la supervisión bancaria de las transacciones en dólares estadounidenses relacionadas con el mismo.
Además, después de que Vekselberg fuera sancionado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. el 6 de abril de 2018, la orden alega que Vekselberg y quienes trabajaban en su nombre continuaron realizando pagos en dólares estadounidenses a través de bancos estadounidenses para el apoyo y mantenimiento del Tango y sus propietarios, incluidos un pago por una estancia en un lujoso resort de villas acuáticas en las Maldivas en diciembre de 2020 y tarifas de amarre para el yate. Vekselberg tenía interés en estos pagos y, por lo tanto, se requirió una licencia del Departamento del Tesoro, que no se obtuvo.
La incautación fue coordinada a través del Grupo de trabajo KleptoCapture del Departamento de Justicia, grupo de trabajo interinstitucional encargado de hacer cumplir la ley y dedicado a hacer cumplir las sanciones amplias, las restricciones a la exportación y las contramedidas económicas que EE.UU. ha impuesto, junto con sus aliados y socios, en respuesta a la invasión militar no provocada de Ucrania por parte de Rusia.
La embarcación tiene bandera de las Islas Cook y está registrado a nombre de una sociedad radicada en las Islas Vírgenes Británicas, que a su vez está administrada por sociedades de Panamá.