Eduardo González
La Fundación Alternativas considera que la UE debería contribuir, cuando concluya la “injustificable y condenable” invasión rusa de Ucrania, a crear una nueva arquitectura de seguridad europea “que no excluya a Rusia” y que evite los errores que, a juicio de esta organización, han causado, “que no justificado”, la guerra emprendida el pasado 24 de febrero por el régimen de Vladimir Putin.
“La invasión rusa del territorio ucraniano del pasado 24 febrero es injustificable y condenable desde todos los puntos de vista”, comienza la Declaración-Memorando de la Fundación Alternativas sobre la guerra de Ucrania y el futuro de la Unión Europea. Una alternativa europea ante la guerra en Ucrania, publicada el pasado 31 de marzo. La invasión “supone una violación flagrante del derecho internacional y de los derechos humanos, al tiempo que un gran error político del mayor responsable del inicio de esta contienda: Vladimir Putin y su gobierno”. Por ello, “los europeos repudiamos dicha acción y confiamos en que gobiernos y sociedades europeas contribuyan con sus acciones y demandas a poner fin a la guerra cuanto antes”, prosigue.
Según la Fundación Alternativas, “la invasión rusa y la guerra tienen causas -que no justificación- que vienen de lejos”. “La guerra es expresión de una doble colisión de fondo: geopolítica e ideológica. De un lado, la posibilidad de una expansión de la OTAN a países ex soviéticos (Georgia, Ucrania) generó una reacción de la parte rusa, que siempre ha exigido una neutralidad. De otro lado, refleja el choque en suelo ucraniano entre dos visiones en conflicto: una democrática y europea, y otra de sesgo autoritario encarnada por el régimen de Putin”, se lee en el documento.
“En ambos niveles, geopolítico e ideológico, la UE no ha sabido gestionar del todo bien en los años recientes el giro de parte de la sociedad y la política ucraniana hacia Europa. Unas veces se ha incomodado innecesariamente a Rusia o no se le ha escuchado lo suficiente. Otras veces se han hecho demasiadas promesas imposibles de cumplir a Ucrania. Todas estas circunstancias han de tenerse muy en cuenta para nuestras decisiones en el futuro inmediato”, continúa.
Por todo ello, el think tank considera que la UE, cuya posición -al igual que las de España y la OTAN- frente este conflicto ha sido “esencialmente correcta”, podría “salir reforzada de esta crisis si adopta una posición basada en mantener la unidad política, especialmente en cuanto a las sanciones y la ayuda a Ucrania”, y debería “tratar de influir en la resolución del conflicto” y “evitar que la guerra produzca una metástasis o que se cronifique”.
Para ello, la fundación considera muy importante el papel de Francia y Alemania por la “interlocución” que ambos países mantienen con Putin, dado que éste “no reconoce como interlocutor a la UE”. Aparte, “el apoyo en la mediación de China y de democracias como la India, o la implicación activa del secretario general de la ONU, sería muy deseable”, añade.
Dos bloques confrontados o un orden multipolar “que no arrincone a Rusia”
Aparte, el documento considera que la UE debería “tener un papel activo en la posguerra tanto en la reconstrucción de Ucrania (política, material, humanitaria)” como en el planteamiento de “las bases para la posguerra”, promoviendo en este caso “una nueva arquitectura de seguridad en Europa que no excluya a Rusia”.
Al respecto, la Fundación Alternativas advierte de que el futuro orden internacional se enfrenta a “dos escenarios”. Por una parte, “la cristalización de dos bloques nítidos confrontados”, con un bloque occidental liderado por EEUU en lo político, económico y tecnológico y por la OTAN en lo defensivo y en el que destacarían la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Canadá y Australia; y con un segundo bloque “de países de historia y realidad autoritaria dirigido por China, en alianza con Putin y quizá otros países asiáticos y africanos”. Esta competencia, “que ya se ha abierto”, se refleja en la lucha por la influencia en África, Latinoamérica y en el propio continente europeo. “De hecho, EEUU parece haber complementado su estrategia hacia el Índico-Pacífico con una mayor presencia en Europa”, señala el informe.
El otro escenario posible para los próximos años sería “el mantenimiento de un orden más multipolar, que no arrincone a Rusia” y que evite “una alianza estrecha” de este país con China o la India, “que cultivan ahora una cierta ambigüedad”. Se trataría de “un orden internacional que supere la inestabilidad que estamos sufriendo, y que recupere la globalidad”, afirma la Fundación. “Para que este último escenario predomine es preciso que seamos capaces de edificar una arquitectura de seguridad europea que no vuelva a la división que ya experimentó Europa, ni a un nuevo telón de acero”, advierte Alternativas. Para ello, sería “esencial” una Unión Europea que cuente con un “papel autónomo y reforzado”, prosigue. “Es decir, una verdadera Unión Política”, añade.