<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrentó ayer a la firme oposición de todos los grupos parlamentarios, incluidos sus aliados y socios (y con la consabida excepción del PSOE), a su decisión de apoyar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, una “política real y con sentido de Estado” cuyo objetivo es favorecer “la estabilidad, la prosperidad y la seguridad” del conjunto de España y “de dos ciudades autónomas tan importantes como Ceuta y Melilla”.</strong></h4> “Se ha hablado mucho en estos últimos días de un giro en la relación con la postura del Gobierno en Marruecos”, afirmó el jefe del Ejecutivo durante su anunciada comparecencia ante el Congreso de los Diputados para explicar su decisión de modificar la posición tradicional de España respecto a su antigua colonia. <strong>“</strong><strong>Más bien yo diría que hay que hablar de un paso más en un camino que se inició hace 14 años, cuando el Gobierno español saludó la propuesta marroquí de autonomía como una contribución valiosa para la superación de un conflicto, no nos engañemos, que lleva más de cuatro décadas enquistado”</strong>, prosiguió. “No hay tampoco desinterés ni desatención hacia el sufrimiento del pueblo saharaui, lo que hay es <strong>el propósito firme de contribuir a la superación para un conflicto enquistado hace medio siglo y sin perspectiva de resolución</strong>, al menos hasta ese momento. Y todo ello dentro del marco de las Naciones Unidas y con el acuerdo de las partes directamente implicadas”, aseguró. “En mi carta dirigida al rey Mohamed VI, reconocí la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles que Marruecos, en el marco de las Naciones Unidas, está realizando para encontrar una solución mutuamente aceptable” y “añadí que, en ese sentido, <strong>España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de ese diferendo</strong>”, recordó Pedro Sánchez. <strong>“Se trata de una posición alineada con la de nuestros socios europeos y con otros muchos países”</strong>, aseguró. “Francia apoya desde hace años la propuesta de Marruecos. Alemania le ha dado su respaldo recientemente, precisamente a través de una carta enviada por parte del presidente de la República alemana al Rey de Marruecos el pasado mes de enero, como hice yo hace escasas semanas. La Comisión Europea, el Alto Representante y vicepresidente de la Unión Europea, ha manifestado el respaldo a la posición manifestada por el Gobierno de España. También Estados Unidos ha reconocido que el plan de Marruecos es serio, es creíble, es realista. Y esa es la posición lógicamente manifestada por la Administración Biden”, prosiguió. <strong>“Quiero recordar también que se trata de un posicionamiento claro, pero que no es nuevo con respecto a las posiciones que han manifestado anteriores gobiernos en España”</strong>, declaró. “España ya había reconocido el Plan de Autonomía en el año 2007, cuando fue presentado precisamente por las autoridades marroquíes al entonces presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero”, aseguró. “En las declaraciones conjuntas adoptadas en las reuniones de alto nivel entre el Gobierno de España y el Gobierno de Marruecos, celebradas en Marruecos bajo la presidencia de Mariano Rajoy, en el año 2012 y en el año 2015, se reconocían los esfuerzos de Marruecos y desaparecía cualquier referencia al derecho a la autodeterminación”, añadió. Al respecto, el propio Rajoy ofreció este pasado lunes -durante una conferencia en la Universidad Europea de Madrid- sus primeras declaraciones sobre la decisión de Sánchez, en las que criticó la forma (“nos hemos enterado de que España cambia su política en el Sáhara, tras 45 años, por una carta enviada al Rey marroquí y no por los cauces deseados”) pero no se pronunció sobre el fondo ni sobre su supuesto apoyo al plan de autonomía. Según Pedro Sánchez, el Gobierno ha “reafirmado y profundizado” su posición sobre el Sáhara Occidental<strong> “precisamente ahora que acaba de abrirse una nueva ventana de oportunidad para retomar las negociaciones”</strong> gracias al nombramiento, el pasado mes de octubre, de “un nuevo enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, que ha renovado precisamente la esperanza de que puedan retomarse estas negociaciones, después de dos años sin que se lograse nombrar un nuevo enviado especial”, agregó. <h5><strong>Relaciones con Marruecos y Ceuta y Melilla</strong></h5> La voluntad del Gobierno, aseguró, es <strong>“establecer con Marruecos las relaciones que corresponden a dos países vecinos, con tanta importancia estratégica en el ámbito del control de la migración, de las relaciones económicas y comerciales, también de la lucha antiterrorista”</strong>. “Lo que vamos a hacer es garantizar un territorio seguro con una frontera capaz de asegurar el cumplimiento del control de personas y de mercancías”, manifestó “Se ha formado un grupo interministerial para plantear escenarios, opciones de reapertura de las fronteras, incluido un protocolo que defina el criterio de entrada en el territorio español y asegure el tráfico seguro y fluido”, prosiguió. <strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares</strong>, “va a viajar este viernes a Rabat para poner en marcha la hoja de ruta que consolida esta nueva relación”, recordó. Asimismo, aseguró, <strong>“vamos a reforzar la movilización y el compromiso del Estado con Ceuta y Melilla”. </strong>“Se están elaborando sendos planes especiales dentro del mandato que nos fija la Estrategia de Seguridad Nacional, con la participación de todas las instituciones, de todo el tejido asociativo de estas dos ciudades autónomas, y este plan, lógicamente, irá acompañado de recursos económicos nacionales y provenientes de los fondos europeos de recuperación de la Unión”, prosiguió. “Estuve en Ceuta y Melilla el pasado mes de mayo de 2021, tras la llegada masiva de inmigrantes irregulares en muy pocas horas en Ceuta. El pasado 23 de marzo tuve la oportunidad de regresar y lo hice con una solución a los problemas que enfrentábamos”, recordó. <strong>“Reivindico, por tanto, señorías, el camino que hemos tomado, que es el de la política real, el de sentido de Estado, el de la estabilidad, la prosperidad y la seguridad de nuestro país y también de dos ciudades autónomas tan importantes como Ceuta y Melilla”</strong>, declaró Sánchez, sin aportar más precisiones sobre las posibles contrapartidas de Marruecos respecto a la soberanía de estas dos localidades. <h5><strong>Cuca Gamarra: “Tratando de cerrar una crisis, ha provocado tres”</strong></h5> Como ya pudo experimentar el propio Albares durante su comparecencia de la pasada semana ante el Congreso, el Gobierno (y el PSOE, socio mayoritario del Ejecutivo) se ha quedado absolutamente solo en la defensa de este volantazo histórico de la política exterior española, un “giro a espaldas del Parlamento” que ha supuesto “la ruptura de 47 años de política consensuada” con respecto al Sáhara, “uno de los escasos temas en los que todos los grupos compartían una misma posición”, afirmó la <strong>coordinadora general del PP y portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra.</strong> <strong> </strong> Según Gamarra,<strong> en su intento por solucionar la “peor crisis en décadas” con Marruecos, el Gobierno ha provocado “tres crisis, una con Argelia, otra con sus socios de Gobierno y la tercera con el Parlamento”.</strong> “Es decir, tratando de cerrar una crisis, ha provocado tres. Esto es muy difícil de superarlo”, insistió. “Cuando todos los países occidentales están buscando proveedores de energía fiables, usted ha debilitado nuestra relación Argelia”, un “socio y amigo de España” y principal proveedor de gas a nuestro país, advirtió. “Lo ocurrido no se produce en el mejor momento. Es un despropósito”, manifestó la diputada del PP, quien preguntó a Sánchez si Marruecos “le ha dado alguna garantía sobre Ceuta, Melilla y Canarias”, porque “integridad territorial no es lo mismo para España que para Marruecos”. Por su parte, <strong>el líder de Vox,</strong> <strong>Santiago Abascal</strong>, se mostró especialmente beligerante con Pedro Sánchez, a quien calificó como “un autócrata que actúa al margen del Congreso, de sus propios socios de Gobierno, de los españoles y de sus votantes”, y quien declaró que la carta de “sumisión” enviada a Marruecos “es un puñetero insulto” a las Cortes. <h5><strong>Echenique y Rufián comparan a Mohamed VI con Putin</strong></h5> <strong>El portavoz de Unidas Podemos (socio minoritario del Gobierno), Pablo Echenique</strong>, criticó con dureza, aunque “con toda lealtad”, este giro del Gobierno “muy difícil de justificar”, y afirmó que solo caben dos posturas respecto al Sáhara Occidental: la defensa de la “libre determinación, que es la posición de la ONU, de Unidas Podemos y la que figura en el programa del PSOE”, o la de (el expresidente de EEUU) Donald Trump”, la de Marruecos (“un régimen autoritario que viola los derechos humanos de un pueblo, como hace Rusia con la invasión de Ucrania”) y, “ahora también lamentablemente, la de España”. Varios diputados de Unidas Podemos participaron posteriormente en una concentración cerca del Congreso contra la decisión del Gobierno junto al <strong>delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi</strong>, quien asistió a la comparecencia de Sánchez desde la tribuna de invitados. Por su parte, el <strong>portavoz de ERC, Gabriel Rufián</strong>, acusó al Gobierno de haber “abandonado” al pueblo saharaui y de haber “canjeado principios por más control marroquí en la valla de Ceuta y Melilla”. <strong>“¿Por qué se envían tanques a un tirano como Putin y en cambio se envían cartas a otro tirano como Mohamed VI, que ha expoliado el Sáhara en los últimos 40 años?”</strong>, se preguntó.