<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha enviado una carta al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para denunciar la congelación salarial que sufre el personal laboral de los Consulados y las Embajadas de España en el exterior desde hace más de trece años y para pedir su “implicación personal al máximo nivel político” a fin de encontrar una solución al conflicto.</strong></h4> “<strong>Comienza la tercera semana de huelga en el Reino Unido y no se han producido avances significativos.</strong> Nuestros compañeros sufren el paso de los días, pero están firmemente determinados en su objetivo”, comienza la carta, en referencia a la huelga indefinida convocada el pasado 14 de marzo por los sindicatos CSIF, CCOO y UGT en los tres Consulados Generales de España en Reino Unido (Londres, Manchester y Edimburgo) y en la Embajada de España en Londres para reclamar un aumento de sus salarios, que se encuentran congelados desde 2008. “Entendemos que, en su experiencia como ex cónsul general y embajador ha podido conocer la importancia de este personal, verdadero motor de las Embajadas, Consulados y Consejerías de España en el exterior, y creemos que algo debería llamarnos la atención cuando a este personal bilingüe y con años de experiencia profesional, a estos recursos humanos invaluables, les da lo mismo trabajar en un supermercado o un local de comidas rápidas porque España no los valora ni los respeta, abonando salarios que rozan los salarios mínimos y que no reconocen el verdadero costo de vida del país, sumado a la carencia de un plan de Acción Social y una asistencia sanitaria deficiente”, prosigue la carta. “Señor ministro, ya no basta con funcionarios de rango medio presentando informes. <strong>Necesitamos de su implicación personal al máximo nivel político para demostrar que lo del Reino Unido no es un caso aislado y debe ser resuelto de inmediato</strong>”, continúa CSIF. Según los sindicatos convocantes de la huelga, la situación es especialmente preocupante para el personal laboral del Reino Unido porque, a causa de la salida del país de la Unión Europea, la inflación se ha disparado hasta alcanzar su punto más alto en los últimos 30 años. En la carta, CSIF recuerda que los trabajadores de la Administración General del Estado en Berlín -alrededor de 90 personas– se sumaron a la huelga indefinida el pasado 21 de marzo. “De continuar esta situación de flagrante injusticia”, advierte el sindicato, <strong>“las huelgas y asambleas se extenderán por todo el mundo, pues una congelación salarial que ya supera los trece años ha socavado de forma definitiva el poder adquisitivo de todo el Personal Laboral de España en el exterior”. </strong> La central sindical denuncia que la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR), el órgano colegiado encargado del personal de la Administración del Estado, se ha acostumbrado durante “años” a “un mundo de baja inflación”, razón por la cual “mantuvo y mantiene inexplicablemente” el congelamiento salarial de “los más de 5.000 laborales de España en el mundo”. “Ese ilusorio mundo de estabilidad ya no existe y la situación actual sólo invita a pensar en un futuro de inflación generalizada”, prosigue. En la carta, CSIF recuerda que tanto la atención a la “extensa diáspora” española como la imagen exterior de España dependen del buen funcionamiento del servicio exterior como “un todo, comprendido por diplomáticos, funcionarios y laborales”. “Pero el reloj se detendrá inexorablemente si una de las piezas deja de funcionar”, prosigue. <strong>“La imagen de España en el exterior por la que tanto trabajamos no puede quedar en entredicho por desidia o falta de interés. El rostro de España se refleja en su personal, en cada ventanilla de un Consulado, en esa familia exterior que protege a los suyos”</strong>, advierte el sindicato. “En vista que la única solución posible pasa por una solución política, y ya que la política solo entiende de votos, cabe preguntarse, una vez que finalmente el voto rogado sea eliminado y los 2,7 millones de españoles del exterior puedan volver a premiar o castigar a un gobierno con su voto, ¿a quién considera que darán su apoyo si se sienten mal atendidos y abandonados?”, se pregunta CSIF.