The Diplomat
El Papa Francisco bromeó ayer con la nueva embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, quien le presentó sus Cartas Credenciales, durante una audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano.
«¡Muchas gracias por venir con la peineta!», le espetó el Pontífice con una sonrisa después de que Celaá -que iba vestida de negro riguroso, como marca el protocolo, y con mantilla- le enseñara las cartas credenciales que la acreditan como embajadora de España ante la Santa Sede, según se puede observar en un vídeo difundido por Rome Reports. La oficina de prensa del Vaticano no ha emitido comunicado de la audiencia, como suele ser habitual en estos casos.
En cambio, según informa Europa Press, el departamento de comunicación de la Embajada española emitió una nota en la que señala que el encuentro con el Papa duró unos 30 minutos, y comenzó con el saludo protocolario en la llamada Sala del Trono. La nueva embajadora acudió con su familia a la cita en el Vaticano y presentó al Papa a su marido, sus dos hijas y algunos familiares, así como al personal diplomático de la embajada.
Celaá obsequió al Pontífice con un rosario de la Cartuja de Burgos y una pequeña estatua del busto de San Ignacio, de parte de una comunidad jesuita del País Vasco. Como es habitual, el Papa, por su parte, le regaló una copia de sus principales textos magisteriales, además de un rosario bendecido. En el comunicado de la embajada española ante la Santa Sede se da cuenta de que el encuentro con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, ha sido aplazada al encontrarse el purpurado italiano y mano derecha del Papa fuera de Roma.
La ex ministra de Educación y ex portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez presidió antes de presentar credenciales como embajadora ante el Papa un acto en la embajada, el pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, en el que reivindicó la valía de las mujeres que huyen de la guerra de Ucrania. «Elijo o elegimos evocar también y sobre todo a todas esas mujeres que con gran sufrimiento están arrastrando a sus hijos y a sus maletas por todo Centroeuropa, huyendo de la guerra y de la muerte», declaró Celaá ante las personas reunidas en el Palacio que alberga la legación diplomática en la céntrica plaza de España de Roma.