<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, hará mañana, miércoles, una visita a México, que se producirá un mes después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lanzara su última ofensiva verbal contra España.</strong></h4> Albares tiene un apretado programa que incluye un <strong>encuentro con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard,</strong> pero no el ser recibido por López Obrador. En su agenda no figura ninguna reunión con el máximo mandatario mexicano. Es bastante frecuente que, con motivo de sus visitas a España, los cancilleres mexicanos sean recibidos por Su Majestad el Rey para un encuentro de cortesía, y que, de manera similar, los jefes de Estado mexicanos reciban a los ministros españoles de Exteriores que viajan a México, dadas la intensidad de las relaciones que tradicionalmente han existido entre los dos países, tanto afectivas como económicas. <strong>En México residen más de 200.00 españoles y operan 7.000 empresas españolas, que dan trabajo a 300.000 mexicanos.</strong> La llegada de López Obrador, en 2018, a la jefatura del Estado mexicano supuso un punto de inflexión en esas relaciones, por los continuados ataques que el presidente ha ido lanzando contra España, que comenzaron con una exigencia al Rey de que pidiera perdón por la conquista española de hace quinientos años. El pasado 9 de febrero,<strong> el mandatario mexicano propuso una “pausa” en las relaciones con España,</strong> acusando a las empresas españolas de haberse lucrado en connivencia con anteriores Gobierno de México. Las manifestaciones de López Obrador fueron rechazadas por el Ejecutivo español, que días antes había dado una muestra de querer recomponer las relaciones al conceder el plácet, tras un largo periodo de espera, al embajador designado por el presidente -Quirino Ordaz- para ponerse al frente de la representación diplomática en Madrid. La visita de Albares intenta contribuir a que se <strong>reconduzcan las relaciones bilaterales</strong> y de eso hablará con su colega mexicano, Marcelo Ebrard, en cuyo departamento ven con preocupación las salidas de tono de López Obrador. A mediados de enero pasado, como informó <em>The Diplomat,</em> el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Fernández-Trigo, realizó un viaje al que Exteriores no dio publicidad, con el mismo objetivo. Fernández-Trigo fue recibido por Ebrard y posteriormente el canciller mexicano conversó con Albares durante la toma de posesión de la nueva presidenta de Honduras, un encuentro que despejó la concesión del plácet al nuevo embajador. Además de su encuentro de mañana con Ebrard, en el que firmará varios memorandos de entendimiento bilaterales, <strong>Albares tiene en su agenda un acto en la Cámara de Comercio de España en el que participarán empresarios de los dos países.</strong> Después, acudirá al Senado de México, donde mantendrá un encuentro con la presidenta, Olga María del Carmen Sánchez Cordero, y la Junta de Coordinadores. También tiene previsto reunirse con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y firmar la renovación del comodato del Centro Cultural de España en México. Asimismo, participará en un acto con exiliados españoles en el Ateneo Español y pronunciará un discurso en el Colegio de México, una institución creada por intelectuales españoles, tras el exilio. La jornada concluirá con una recepción a representantes de la colectividad española.