<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, abordará hoy en Bruselas con sus homólogos de la UE algunos de los grandes temas de la actualidad internacional, como la crisis de Ucrania y sus implicaciones en la seguridad europea y la situación en Mali.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>El Consejo de Asuntos Exteriores, que estará presidido por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, abordará las últimas novedades sobre el despliegue militar ruso en torno a Ucrania</strong> y mantendrán un debate sobre la situación de la seguridad europea. Aparte, los ministros de Exteriores de la UE mantendrán un intercambio informal, durante el desayuno, con el <strong>ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba.</strong> El encuentro se produce cuatro días después de la celebración en Bruselas de un Consejo Europeo informal sobre la situación en Rusia y Ucrania, en el curso del cual el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, defendió “todos los formatos diplomáticos posibles para desescalar” la situación y Josep Borrell anunció su intención de preparar un paquete “completo y muy duro” de sanciones contra Rusia. “Si hay alguna agresión, convocaré inmediatamente al Consejo de Asuntos Exteriores para proponer el paquete de sanciones y estoy seguro de que, aunque se requiera unanimidad, el Consejo las aprobará”, añadió. Al término del mismo encuentro, <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez</strong>, destacó ante la prensa la “absoluta unanimidad” mostrada tanto por “la Unión Europea y los Estados miembros” como en el seno de “la Alianza Trasatlántica” en relación con “la respuesta que se le está dando a Rusia sobre esta crisis”. Tras el debate sobre Ucrania, los ministros abordarán la lucha contra el cambio climático y el fomento de una acción por el clima y, posteriormente, debatirán sobre la actual situación en <strong>Bosnia y Herzegovina</strong>, un país que “se enfrenta a una de las crisis políticas más profundas desde el final del conflicto armado en 1995”, según el Consejo de la UE. El pasado 18 de octubre, el Consejo reafirmó su compromiso con la integridad territorial, la soberanía y la unidad de Bosnia y Herzegovina, al tiempo que lamentó profundamente la prolongada crisis política en el país y condenó el bloqueo de las instituciones estatales. Por su parte, Josep Borrell pidió a todos los dirigentes bosnios que reanuden un “diálogo serio y fructífero” para garantizar una resolución “duradera y a largo plazo de la crisis política actual en el país”. El pasado 9 de febrero, <strong>Pedro Sánchez mantuvo en La Moncloa su primera reunión bilateral con el presidente de la Presidencia Tripartita de Bosnia y Herzegovina, Željko Komšić</strong>, ante quien mostró el apoyo de España a “la integridad territorial” y la estabilidad de su país y defendió las catorce prioridades marcadas por la Comisión Europea para iniciar el proceso de adhesión a la UE, incluida la reforma electoral. Por otra parte, <strong>los ministros de Asuntos Exteriores harán un balance de los últimos acontecimientos internacionales, incluida la situación en Mali</strong>. El pasado jueves, Francia cumplió su amenaza de retirar sus tropas en Mali en represalia por la decisión de la junta militar golpista de expulsar a su embajador en Bamako. Con ese fin, <strong>el presidente de Francia, Emmanuel Macron</strong>, reunió en la noche del miércoles en París a los jefes de Estado de los países implicados en las misiones internacionales <em>Barkhane</em> – para la lucha antiterrorista- y <em>Takuba</em> -formada por unidades especiales de distintos países europeos- para discutir sobre esta decisión. España no fue invitada a este encuentro de París porque no forma parte de estas misiones. En cambio, <strong>nuestro país aporta actualmente el mayor contingente (500 militares, el 24% del total) de la misión europea de entrenamiento EUTM Mali</strong>. España ha insistido reiteradamente en que cualquier decisión sobre esta misión debe ser adoptada por el conjunto de la UE y ha advertido de que una retirada precipitada de Mali podría degenerar en “otro Afganistán”, además de dejar un espacio vacío que podrían ocupar otras potencias, como China o Rusia, en este caso a través de los mercenarios rusos del Grupo Wagner.