The Diplomat
El secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, llegó ayer a Perú para abordar con las autoridades gubernamentales y con los representantes de Repsol los efectos del derrame de petróleo que se produjo el pasado 15 de enero en las costas de Lima y el Callao desde una refinería de la petrolera española.
Según informaron fuentes diplomáticas a las agencias Efe y Europa Press, Fernández Trigo visitará la refinería La Pampilla y se reunirá con las autoridades gubernamentales y con representantes de la multinacional, a quienes trasladará la voluntad de trabajar conjuntamente para mitigar los efectos del vertido y lograr la recuperación a largo plazo de las zonas afectada. Aparte, hará una evaluación sobre el terreno de las consecuencias del derrame. Ayer mismo, Fernández Trigo se reunió con el viceministro de Relaciones Exteriores, Luis Enrique Chávez, a quien trasladó “la solidaridad de España y el compromiso de nuestro país con las políticas medioambientales”.
Se trata del segundo viaje de Fernández Trigo a Perú desde la llegada de Pedro Castillo a la Presidencia, tras el que efectuó el pasado mes de noviembre para reunirse en Lima con varios ministros y otros representantes del Gobierno.
El viaje del secretario de Estado se produce después de que el pasado lunes el Gobierno de Perú ordenase “la paralización de todas las actividades de carga y descarga de hidrocarburos en el mar peruano de parte del operador Repsol” hasta que la multinacional española “brinde las garantías técnicas que no se va a producir otro derrame en el mar”, según declaró el ministro de Medio Ambiente, Rubén Ramírez.
El vertido se produjo el pasado 15 de enero como consecuencia del tsunami causado por la erupción de un volcán en Tonga. Repsol se ha defendido asegurando que se trató de un “fenómeno marítimo imprevisible” y expresó su malestar por la decisión del Gobierno peruano, “por considerarla desproporcionada e irrazonable”. No obstante, añadió, “en aras de garantizar el suministro de sus productos, expresa su plena disponibilidad de colaboración con las autoridades peruanas, de modo que puedan reanudarse las actividades indicadas lo antes posible”.
Repsol recordó también que la refinería La Pampilla suministra el 40% del mercado peruano de combustibles y aseguró, por ello, que hará “los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país” y que destinará “todos los recursos y esfuerzos en las tareas de limpieza del derrame y apoyo a las poblaciones y la fauna afectada”.
El pasado lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se refirió a este “accidente que todos lamentamos” durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado y aseguró que, “desde el primer momento, tanto la compañía como el Gobierno estamos poniendo todo el expertise que España tiene en vertidos para minimizar el impacto”.