The Diplomat
Los partidos “conservadores y patriotas” europeos reunidos ayer en Madrid, con Vox como anfitrión, firmaron una declaración conjunta en la que denuncian que “las acciones militares de Rusia en la frontera oriental de Europa han conducido al borde de una guerra”.
En el cónclave -continuación del celebrado en Varsovia en diciembre y presidido por el máximo dirigente de Vox, Santiago Abascal-, participaron también, entre otros, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán; el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki; y la líder de la francesa Agrupación Nacional, Marine Le Pen.
Pese a sus diferentes sensibilidades respecto a Rusia, los reunidos han apostado por “trabajar para garantizar que las naciones de Europa actúen solidariamente ante la amenaza de agresiones externas”. “La solidaridad, la determinación y la cooperación en materia de defensa entre las naciones de Europa son necesarias ante tales amenazas”, reza el texto.
En este sentido, denuncian la “ineficacia” de la diplomacia de la Unión Europea y sostienen que “cada nación debería tener una voz fuerte y solidaria para preservar la paz, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de las naciones europeas”, informa Europa Press.
Tras la cumbre, el portavoz político de Vox, Jorge Buxadé, aseguró que cada participante expuso su postura sobre la crisis de Ucrania de manera “libre y transparente” y coincidieron en constatar “preocupación” por la política exterior de Rusia y también por la “falta de una posición común europea”.
“Hemos hecho una expresa manifestación de solidaridad con cualquier nación ante cualquier amenaza externa”, explicó, asegurando que los primeros ministros de Polonia y Hungría tuvieron una “total conjunción” en cuanto a la valoración de la situación actual.
A su salida del encuentro, Orbán situó en la normalidad su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, la próxima semana. El primer ministro húngaro dijo que mantienen estos encuentros una vez al año e insistió en centrar su mensaje en llamamientos a la desescalada y búsqueda de la paz.
Al margen de este asunto, centraron sus mensajes en una defensa al sector primario europeo, la necesidad de reindustrialización y políticas demográficas y de natalidad, en las que Abascal señaló o a Polonia y Hungría como ejemplos a seguir.
Pero, además, llegaron a un acuerdo para coordinar sus posturas en el Parlamento Europeo e intentar consensuar sus votos, pese a que los partidos pertenecen a diferentes grupos en la Eurocámara.
«Hay una amenaza creciente que trata de transformar la Unión en un mega Estado ideologizado; una corporación que desprecia la identidad y la soberanía nacional y, por tanto, la democracia, la pluralidad y los intereses de la ciudadanía de las naciones que conforman la Unión», denuncian en la declaración.
A su juicio, la Unión Europea está en peligro de «alejarse de los ideales europeos cristianos sobre los que se fundó» y por tanto se comprometen a «defender Europa de las amenazas exteriores e interiores». «Haremos frente a las corrientes que propugnan una Unión Europea ajena a su historia y que, apartadas de la realidad, conducen al suicidio demográfico y a la transformación poblacional», marcan como objetivo.