<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Antiguo Salón de Sesiones del Senado acogió ayer, un año más, el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad, en conmemoración del 77 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.</strong></h4> El acto contó con la asistencia del presidente del Senado, Ander Gil; la ministra de Justicia, Pilar Llop; el director general del Centro Sefarad-Israel y jefe de la Delegación de España ante la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, Miguel de Lucas; el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Benzaquén; el director del Instituto de Cultura Gitana, Diego Luis Fernández; y la vicepresidenta de Amical Mauthausen y otros campos, Concepción Díaz Berzosa. El acto incluyó diversas interpretaciones musicales, el encendido de seis velas (en memoria de los seis millones de judíos, del millón y medio de niños judíos y del resto de colectivos asesinados por los nazis, así como de los Justos entre las Naciones, de los supervivientes y del rechazo del negacionismo y el odio), un minuto de silencio y la plegaria por las víctimas del Holocausto <em>Male Rajaminh</em>, a cargo del Rabino Moshé Bendahan. <strong>España instauró el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad en 2005</strong>, en consonancia con la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que proclamó el 27 de enero como Día Internacional de la Conmemoración Anual de la Memoria del Holocausto. <strong>“La memoria del Holocausto debe ser una enseñanza, un elemento que fortalezca nuestras democracias", afirmó Pilar Llop</strong>. “Nuestra responsabilidad y obligación es preservar la memoria, pero también educar y sensibilizar a las nuevas generaciones en el respeto y la tolerancia hacia los demás, a otras formas de vivir, de pensar, de expresarse”, prosiguió. “No podemos bajar la guardia; debemos estar alertas siempre ante los nuevos discursos de odio que están peligrosamente presentes en nuestra sociedad”, concluyó. Por su parte, <strong>Ander Gil</strong> advirtió de la necesidad de <strong>“combatir a los voceros del negacionismo y activistas de la indiferencia”</strong> y recordó que, en España, el franquismo cerró las fronteras a los refugiados judíos y más de 8.000 republicanos españoles fueron deportados a campos de concentración, donde la mayoría de ellos murieron. En representación de las víctimas judías, <strong>Isaac Benzaquén</strong> recordó que el origen del Holocausto fue el feroz antisemitismo reinante en Europa, especialmente en Alemania en los años treinta, algo que es necesario recordar para que no vuelva a suceder. El mejor instrumento para prevenir la barbarie, según el presidente de los judíos españoles, es la educación y la inclusión del estudio y el recuerdo del Holocausto en los planes de estudio. <strong>“Hagamos del Holocausto un instrumento para consolidar nuestra democracia y fortalecer los derechos fundamentales”</strong>, agregó. Por parte de las víctimas gitanas, <strong>Diego Luis Fernández</strong> recordó que el pueblo gitano fue asesinado solo por su condición de gitano y advirtió de que, en la actualidad, el colectivo sigue “sintiendo la persecución”. Por ello, afirmó, la cuestión gitana es “una cuestión de reconocimiento social y político” y, en ese sentido, <strong>“España es el país europeo con más posibilidad de influencia en otros países para el reconocimiento del pueblo gitano”.</strong> <strong>Concepción Díaz Berzosa</strong> recordó a los deportados españoles en los campos de concentración nazis porque “nunca será suficiente recordar que la estrategia del nazismo se basa en el olvido”. Según Berzosa, en la actualidad vivimos <strong>“tiempos preocupantes”</strong>, con pintadas antisemitas en las calles, ataques a sedes de organizaciones y a monumentos simbólicos y esvásticas en calles. “Esto hay que denunciarlo para defender la democracia”, alertó.