<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Apenas unas horas después de que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reclamase la “unidad” de las fuerzas políticas españolas en torno a la crisis de Ucrania, tanto el líder del PP como la principal representante de Unidas Podemos en el Gobierno han empezado a mover ficha en ese sentido.</strong></h4> <strong>“Que lo que ha sido posible en Europa y con los aliados trasatlánticos sea posible también con las fuerzas política españolas”</strong>, declaró este pasado martes Albares durante su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados para explicar, a petición propia, la actual crisis entre Ucrania y Rusia. En el debate posterior, <strong>la portavoz del PP, María Valentina Martínez Ferro</strong>, advirtió de que las explicaciones las debía haber dado el presidente del Gobierno, y no el ministro, y criticó que Pedro Sánchez todavía no se hubiera puesto con contacto con el líder del PP, Pablo Casado, para hablar sobre Ucrania. Asimismo, denunció que España no puede ser un socio “creíble y fiable” con un Gobierno que no habla “con una sola voz” sobre este conflicto. En todo caso, quien decidió dar el paso fue el propio <strong>Casado, que se puso ayer en contacto con el presidente del Gobierno para mantener una conversación telefónica de media hora sobre la crisis de Ucrania</strong>, poco después de que la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, declarase a TVE que si el líder del PP quería hablar con Pedro Sánchez no tenía “más que llamar y levantar el teléfono o poner un mensaje”. <strong>“He llamado a Sánchez para abordar la crisis ucraniana”</strong>, anunció Pablo Casado a través de Twitter. <strong>“Le he reiterado el apoyo del PP para las actuaciones de España dentro de la OTAN y la UE” y “también le he pedido que informe a los españoles en el Congreso y garantice la unidad en el Gobierno para la política exterior”</strong>, añadió. Al respecto, <strong>el Grupo Popular presentó ayer formalmente la comparecencia de Pedro Sánchez</strong> “para que informe al Congreso, sede de la soberanía nacional, sobre la posición del Gobierno y las actuaciones adoptadas en el marco de la OTAN y la UE en relación a Ucrania”, según declaró su portavoz, <strong>Cuca Gamarra</strong>, a través de Twitter. En su respuesta a Casado, según precisaron fuentes de Moncloa, <strong>Pedro Sánchez agradeció el apoyo del PP</strong> en esta crisis, explicó que el objetivo del Gobierno es garantizar la legalidad internacional y la integridad territorial de Ucrania priorizando la diplomacia, la disuasión y la desescalada y <strong>se comprometió a informar puntualmente a los grupos parlamentarios a través de Albares o de él mismo si las circunstancias lo requieren.</strong> <h5><strong>Unidas Podemos</strong></h5> En lo que respecta a <strong>Unidas Podemos</strong>, socio del PSOE en el Gobierno de Pedro Sánchez, las posiciones han cambiado notablemente en comparación con la semana pasada, cuando varios miembros destacados de esta formación (el portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gerardo Pisarello; la secretaria de Internacional, Idoia Villanueva; e incluso el ex secretario general de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias) denunciaron <strong>“la escalada belicista en Ucrania por defender los intereses de Estados Unidos”</strong> o la intención de “la parte socialista del Gobierno” de “enfrentarse a todos sus socios y montar el ‘partido de la guerra’ con el PP” (en palabras de Iglesias). En respuesta a estas declaraciones, Albares se limitó a recordar que “la política exterior del Gobierno la marca el presidente”. Un ejemplo de ese cambio de tono lo dio este pasado martes el secretario general de Podemos en Galicia, <strong>Antón Gómez-Reino</strong>, quien aseguró durante la comparecencia de Albares en el Congreso que el Ejecutivo tendrá “todo el apoyo” de su formación para “construir una política de paz”. Asimismo, rechazó la expansión de la OTAN hacia el este y defendió para Ucrania “un régimen de neutralidad similar al de Finlandia”, fuera de la Alianza Atlántica. No obstante, el cambio más evidente lo dio ayer otra gallega, <strong>la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz</strong>, quien declaró en Barcelona que <strong>“en el Gobierno hay una única posición”</strong> respecto a esta crisis. <strong>“Estamos en una posición muy compleja, muy difícil, pero en la que nuestro país está trabajando por el diálogo, por la desescalada y para evitar lo que ustedes saben, pero desde luego el Gobierno tiene una única voz”</strong>, afirmó. Asimismo, Díaz no se quiso pronunciar sobre unas declaraciones de <strong>la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra</strong>, en las que defendió el apoyo del Gobierno a la diplomacia “más allá de aspavientos belicistas”. “Yo no comento jamás las opiniones de otras voces. Respeto a todo el mundo. No me van a ver haciendo política de esta forma”, respondió.