The Diplomat
La ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó ayer el astillero de Navantia en Cartagena para interesarse por la evolución del programa de submarinos de última generación S-80, los primeros con diseño y construcción completamente españoles.
Durante su visita, Robles conoció, de primera mano, la evolución del calendario del programa S-80, que se realiza cumpliendo siempre con los estándares de seguridad de la NASA, un sistema de armas muy complejo comparable, como reto de ingeniería, con los vehículos espaciales.
La ministra, que fue recibida por el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, destacó la importancia de un proyecto que supone un logro de la industria de Defensa nacional al permitir garantizar su independencia estratégica para la defensa del país, así como la proyección de su industria, y lo definió como un “programa sólido”, en el que “se juegan mucho Navantia, la Armada y España”.
El S-81’Isaac Peral’, el primero de los cuatro submarinos que componen el programa destinado a la Armada, se encuentra actualmente en la fase de pruebas de puerto, las cuales continuarán hasta marzo. Posteriormente realizará su primera navegación en superficie y su primera inmersión se prevé para junio de este año. La entrega a la Armada está contemplada para febrero de 2023.
Esta misma semana, el ‘Isaac Peral’ ha completado con éxito las pruebas de propulsión sobre amarras en las instalaciones de Navantia Cartagena, donde ha sido construido. Se trata del sexto hito de seguridad que debe superar un submarino y que permite verificar el funcionamiento de la propulsión y la línea de ejes con el submarino amarrado al muelle y con alimentación autónoma desde sus baterías.
En otro de sus hitos de seguridad, el S-81, fue puesto a flote el pasado mayo en una ceremonia presidida por Su Majestad el Rey Felipe VI.
El programa S-80 posiciona internacionalmente a Navantia como autoridad de diseño de submarinos y supone la entrada de España en el reducido número de países que cuentan con dicha capacidad.
Los S-80 serán los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo, con una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de 3.000 toneladas.