The Diplomat
Marruecos dio a entender el miércoles que para que haya una reconciliación con España, nuestro país debería, como mínimo, hacer lo que ha hecho Alemania, calificando la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como “una buena base” para lograr la paz en la zona.
Así se deduce de las palabras del primer ministro de Marruecos, Aziz Akhnnouch, quien, en la noche del miércoles, fue preguntado en una entrevista emitida simultáneamente en todas las televisiones públicas del país magrebí por las relaciones con España.
Aunque Akhnnouch no citó expresamente a España, señaló que el rey Mohamed VI ha sido claro en sus discursos y que “las relaciones del Reino con otros países se fundamentan en la lealtad y la ambición”. “Cuando la lealtad existe entre Marruecos y otro país, tendremos una gran ambición para desarrollar en el futuro proyectos con porvenir”, afirmó.
Y prosiguió señalando que eso será así “con aquellos que comprenden la cuestión del Sáhara marroquí y que la respaldan”. “Aquellos que siguen sin comprender esta condición ya tendrán tiempo suficiente en el futuro para compartirla”.
Akhnnouch no dejó de recordar, en un claro mensaje hacia España, que «Alemania es un país que ahora tiene claro este asunto del Sáhara”, en referencia a la crisis bilateral vivida entre Berlín y Rabat en marzo del pasado año, y que no se ha mantenido hasta que hace unas semanas, la diplomacia germana dijo que considera que la oferta de Marruecos de conceder una autonomía al Sáhara Occidental, pero bajo su soberanía, es una “buena base” para alcanzar un acuerdo de paz en la zona, en la que Marruecos y el Polisario libran una guerra de baja intensidad.
Alemania se distanciaba así de la posición de Naciones Unidas, que es la que respalda España, que aboga por alcanzar una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable sobre el Sáhara Occidental, pero sin aceptar la propuesta marroquí de autonomía.
Las autoridades marroquíes no parecen considerar suficientes para normalizar las relaciones con España los últimos gestos el Gobierno de Pedro Sánchez que decidió utilizar la figura del Rey Felipe VI para invitar a Rabat a “caminar juntos”, como dijo el Monarca en su discurso ante el Cuerpo Diplomático. Ni esas palabras ni el hecho de que don Felipe acudiera en Fitur al estand de Marruecos han llevado, hasta ahora, a Marruecos, a adoptar alguna medida conciliadora, como podría ser la vuelta a Madrid de la embajadora llamada a consultas en abril del pasado año, a raíz del “caso Ghali”.