The Diplomat
España fue reelegida ayer miembro del Consejo de la Organización Marítima Internacional (OMI) para el bienio 2022-2023, durante las elecciones convocadas en el seno de la 32ª sesión de la Asamblea General, que se celebra en Londres desde el día 6 y hasta el día 15 de este mes.
En estos comicios han sido elegidos los 40 miembros del órgano ejecutivo de la OMI y nuestro país se integra en la categoría B, que incluye los 10 países con mayores intereses en el comercio internacional.
La elección, según informó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha sido posible gracias al apoyo de un alto porcentaje de los 160 Estados Miembros acreditados en la sesión de la Asamblea General.
El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez, agradeció la confianza de los países que respaldaron la candidatura de España, que fue la segunda más votada, y puso de relieve el trabajo desarrollado por Víctor Jiménez, consejero de transporte ante la OMI, asegurando que “la representación permanente de España ante esta organización ha hecho un trabajo magnífico en estos dos últimos años, marcados por la pandemia, en los que el transporte marítimo ha resultado clave para el mantenimiento del comercio mundial y las tripulaciones de los buques han sufrido las consecuencias del aislamiento y las restricciones a la movilidad”.
En este contexto, España ha trabajado dentro del Consejo para seguir mejorando la seguridad y protección marítimas, para preservar el medio ambiente marino, para potenciar la formación de la gente de mar, para facilitar el tráfico marítimo y afianzar la cooperación técnica entre países, objetivos que se encuentran en el ADN de la Organización Marítima Internacional, informó el Ministerio.
Nuestro país participó por primera vez en el Consejo de la OMI en el año 1973 y, desde 2001, mantiene su posición en la categoría B de países con mayores intereses en el comercio mundial. Hay una categoría A, que integra a los 10 países con más intereses en la provisión de servicios marítimos internacionales, y una categoría C, que incluye a 20 países por representación geográfica.
Tras las elecciones al Consejo, se abre en la OMI un nuevo período marcado, entre otros objetivos, por la revisión de sus estrategias para conseguir, a nivel global, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en concordancia con otros agentes implicados en esta labor, como la propia UE. El respaldo a la gente de mar, para situarlas en el centro de los debates de la OMI, así como el apoyo al desarrollo de nuevas tecnologías que permitan un transporte marítimo más seguro y sostenible, están también entre sus retos.