<h6><strong>Marta Martínez</strong></h6> <h4><strong>La desinformación que circula de manera profusa por las redes sociales supone una grave amenaza para la identidad europea, según se puso de relieve durante una conferencia sobre el legado de Vaclav Havel, diez años después de la muerte del que fuera presidente de la República Checa y gran figura de la lucha contra el comunismo en Checoslovaquia.</strong></h4> La conferencia, organizada por la <strong>Fundación Carlos de Amberes</strong> y la colaboración del Real Instituto Elcano y la Embajada checa en Madrid, contó con una primera sesión en la que participaron <strong>Michael Zantovský, autor del libro biográfico ‘Havel. Una vida’; y José Ignacio Torreblanca, director del European Council on Foreign Relations, en un debate moderado por la directora de la Fundación Felipe González, Rocío Martínez-Sampere.</strong> Previamente, <strong>Miguel Ángel Aguilar, presidente de la Fundación Carlos de Amberes,</strong> introdujo a Václav Havel como una importante figura comprometida con la recuperación de las libertades de su país, y puntualizó la importancia, no solo de conseguir libertades, sino también de conservarlas. El debate se centró en el futuro de la democracia europea en el contexto de la globalización. <strong>Michael Zantovský</strong> puso en relieve el contraste entre el optimismo de los tiempos en los que la democracia empezaba y la actual confusión y la falta de confianza en el proyecto europeo, en el que -dijo- Havel creía fielmente, unidos a la cada vez más cuestionada identidad europea. En este punto, José Ignacio Torreblanca señaló que la disociación producida entre la identidad europea y la identidad nacional puede considerarse raíz de algunos problemas que sufren actualmente las democracias. Uno de los principales culpables de esta contrariedad, según el autor de ‘Havel. Una vida’, es<strong> la desinformación -fake news-</strong> que circula de manera anónima por la Unión Europea y la cual considera que <strong>hace imposible el mantenimiento del concepto de identidad europea</strong>. Los tres ponentes coincidieron también en la cuestión del liderazgo. Según Torreblanca, el problema actualmente es que los líderes actuales son seguidores de la opinión pública, cayendo en su propia inseguridad y buscando en aquellos a quienes intentan liderar, las propuestas para su propio liderazgo. Michael Zantovský remató la idea, pero discrepó en que la falta de carisma de los líderes sea el principal problema, acusando, en cambio, a la falta de visión. En la segunda sesión, moderada por el <strong>director del Instituto Elcano, Charles Powell,</strong> se abordó el <strong>papel de Václav Havel en el cambio democrático. Martin C. Putna historiador y protagonista del movimiento estudiantil en noviembre de 1989</strong> contra el régimen comunista indicó que la figura de Havel es actualmente materia de división en la sociedad checa: entre aquellos que siguen fielmente los ideales del expresidente y aquellos que claman por una nueva figura, y no solamente un símbolo pasado. <strong>Mira Milosevich-Juaristi,</strong> investigadora principal del Real Instituto Elcano, añadió que, a pesar de que la figura de Havel ahora divida a la población en la República Checa, sus valores son universales y siguen estando presentes. <strong>La investigadora de la Universidad Complutense de Madrid Sarah Lemmen,</strong> por su parte, destacó la primacía moral de Václav Havel sobre la política, subrayando que estaba convencido de que las relaciones fuertes son necesarias para forjar el camino hacia la democracia y la paz, algo que tuvo como objetivo durante su mandato. Sobre este punto, Milosevich-Juaristi comentó que, mientras que el sentimiento de disidencia marcó la vida de Havel durante el régimen comunista, lo que marcó su presidencia fue su primacía moral, y que, gracias a sus principios universales -dijo-, Havel sigue siendo una leyenda en vida.