<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El expresidente del Gobierno y antiguo mediador en la crisis de Venezuela, José Luis Rodríguez Zapatero, viajará hoy a Caracas para asistir a las elecciones regionales del próximo domingo, unos comicios que, a su juicio, son un ejemplo de “diálogo, paz y respeto, no de imposición y sanciones”.</strong></h4> “América Latina depende de su capacidad para los grandes consensos, de su integración y su unidad, ante la evidente agonía de la OEA”, declaró <strong>Zapatero</strong> durante su intervención en el seminario <em>Cooperación multilateral y recuperación regional post COVID-19</em>, organizado por Common Action Forum y Casa de América en la sede de esta institución. El futuro de la región, según Zapatero, “corresponde a América Latina, y Europa y España deben escuchar a América Latina y dejar de dar lecciones”. <strong>“España se descubre a sí misma desde América Latina y, si queremos saber lo que somos, debemos escuchar a América Latina, trabajar con América Latina y no dar lecciones a América Latina”</strong>, prosiguió. <strong>“Mañana (por hoy) viajaré a Venezuela con motivo de las elecciones regionales y municipales”</strong>, que representan un ejemplo de <strong>“diálogo, paz y respeto, no de imposición y sanciones”</strong>, en contraste con la actitud de instancias “como el Grupo de Lima, que actúa al servicio de los objetivos de Estados Unidos y que continúa con el delirio de que hay que acabar con el comunismo en la región”, declaró. “El comunismo es la excusa, el argumento, pero no es el problema, el problema es la pobreza, la desigualdad, la insensibilidad y el racismo hacia los problemas de mucha gente”, concluyó. En el mismo acto, <strong>el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva</strong> denunció que “el COVID-19 ha aumentado la desigualdad” incluso en el ámbito de la lucha “contra la peor pandemia de los últimos cien años”. “En los países ricos, mientras la extrema derecha negacionista rechaza las vacunas”, en los países de bajos ingresos “solo el 2% de la población ha recibido al menos una de las dosis”, afirmó. “Todos deseamos ver el día en que la OMS declare al mundo libre de la pandemia”, pero “mucho antes del COVID-19, el mundo ya estaba enfermo, víctima de un virus también mortal llamado desigualdad”, prosiguió Lula. “Aunque consigamos salir de la pandemia, 800 millones de hombres, mujeres y niños seguirán sufriendo el flagelo del hambre”, advirtió. “Para el hambre no existen vacunas, pero tampoco es necesario inventarlas, porque lo que hace falta es voluntad política”, declaró. “Los recursos financieros existen”, pero “la gobernanza mundial creada tras la segunda Guerra Mundial ya no resuelve los problemas” y, por ello, “es necesario reconstruir las instituciones internacionales sobre nuevas bases”, afirmó el exmandatario brasileño. Por ello, Lula propuso la celebración de <strong>“una conferencia mundial, en la que participen todos los Estados y la sociedad civil, para definir una nueva gobernanza global, justa y representativa y con poder para tomar decisiones”.</strong>