<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció ayer en Ankara el apoyo de España al “acercamiento progresivo” de Turquía a la Unión Europea, al tiempo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, agradeció “el apoyo de España” para mejorar las relaciones con la UE frente a los “planes mezquinos de algunos países miembros”.</strong></h4> “La relación bilateral entre España y Turquía ha alcanzado un grado de madurez extraordinaria de manera casi natural, que se ha ido extendiendo hacia un sinfín de sectores económicos y ámbitos de nuestra vida social y cultural”, declaró <strong>Sánchez </strong>en la rueda de prensa posterior <strong>a la VII Cumbre Hispano-Turca, celebrada ayer en Ankara. </strong> Los dos países, prosiguió, son dos <strong>“aliados” en la OTAN</strong> con un “enfoque común en materia de seguridad continental” y cuyo máximo exponente es la contribución de España a la seguridad de la frontera oriental de Turquía a través del dispositivo antimisiles <em>Patriot</em>. Durante su encuentro, los dos presidentes abordaron, precisamente, la preparación de la próxima Cumbre de la OTAN, que acogerá España en junio de 2022. “Para el éxito de esta Cumbre, la voz de un miembro como Turquía, europeo pero no comunitario, y del flanco sur, como España, será especialmente relevante”, destacó el jefe del Ejecutivo. Asimismo, Pedro Sánchez advirtió de que “Turquía no es solo un vecino, sino un socio y aliado imprescindible para la Unión Europea” y, por ello, animó a “perseverar en el esfuerzo” por el “acercamiento progresivo” entre Ankara y la Unión y se ofreció para “trabajar juntos” en favor de una “<strong>agenda europea positiva”</strong> con Turquía. El jefe del Ejecutivo recordó también que España sigue apoyando el estatus de Turquía como país candidato a la adhesión a la Unión Europea. Por su parte, <strong>Erdogan</strong> aseguró en la misma rueda de prensa conjunta que Turquía ha mostrado una “actitud a favor del diálogo y la diplomacia con el objetivo de aplicar la agenda positiva” con la Unión Europea y agradeció <strong>“el apoyo de España para mejorar las relaciones entre Turquía y la UE”</strong> frente a “los planes mezquinos de algunos países miembros”. “Turquía y España, que custodian las fronteras de la OTAN y de Europa, cargan con la mayor parte del peso de la inmigración irregular”, por lo que es necesario “elaborar políticas conjuntas para un reparto justo de la carga” y “sería beneficioso para todas las partes que España continúe con su valioso apoyo”. <h5><strong>Declaración y acuerdos</strong></h5> La Cumbre estuvo presidida por Sánchez y Erdogan y contó con la participación de <strong>la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; así como sus homólogos turcos.</strong> En el curso de la Cumbre, los dos Gobiernos acordaron una <strong>Declaración conjunta</strong> que pone de manifiesto “el excelente estado de las relaciones entre ambos países” y que recoge con detalle la cooperación en las áreas tratada en las reuniones bilaterales sectoriales. Asimismo, se firmaron <strong>cinco Memorandos de entendimiento (MOU) </strong>sobre energías renovables y eficiencia energética, desarrollo y gestión de recursos hídricos, deporte, ciencia y colaboración en la lucha contra los desastres naturales, además de una declaración de intenciones sobre trabajo. <h5><strong>Las tensiones con la UE</strong></h5> El encuentro se produjo poco después de que la UE consiguiera desactivar la que se presentaba como una nueva crisis diplomática con Ankara, tras la decisión inicial (posteriormente anulada) de Turquía de expulsar a los embajadores de Alemania, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos por pedir la liberación del empresario y activista turco Osman Kavala, en prisión preventiva desde hace cuatro años. Este problema diplomático se ha unido a otros desencuentros registrados en los últimos meses entre la UE y Turquía, como las perforaciones no autorizadas de las autoridades turcas en el Mediterráneo oriental, que fueron duramente condenadas por Grecia y Chipre y motivaron la aprobación de unas sanciones por parte de la UE que fueron renovadas la pasada semana hasta noviembre de 2022. Al respecto, Sánchez recordó ayer el “papel destacado” jugado por España para encauzar la tensión en el Mediterráneo oriental. Otra importante diferencia entre Turquía y la UE está relacionada con el eterno problema de Chipre, un país dividido desde 1974 entre una autoproclamada República Turca del Norte de Chipre, únicamente reconocida por Ankara, y la República de Chipre, una entidad mayoritariamente greco-chipriota, con capital en Nicosia, que sí cuenta con reconocimiento internacional e incluso figura como Estado miembro de la UE. España ha reiterado en numerosas ocasiones que la solución al conflicto debe basarse en los parámetros de Naciones Unidas (que defiende una unificación de la isla como Estado bizonal y bicomunal) y en la adopción de medidas de fomento de la confianza que permitan mejorar las relaciones entre Turquía y la UE.