<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participará hoy en París en la conferencia internacional sobre el futuro de Libia, en la que coincidirá con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y con los ministros de Exteriores de Marruecos y Argelia. Pese a ello, no se prevé ninguna reunión bilateral en los márgenes de la cumbre.</strong></h4> <strong> </strong> Según informaron fuentes de Moncloa, Sánchez ratificará durante la conferencia el <strong>compromiso de España con la estabilización de Libia y su apoyo a las celebración de las elecciones presidenciales y legislativas en la fecha prevista del 24 de diciembre</strong>, en virtud del acuerdo que alcanzaron las facciones políticas libias en Túnez el 15 de noviembre de 2020. El pasado mes de junio, Sánchez anunció durante su visita a Libia una contribución de 100.000 euros al PNUD para ayudar a la celebración de las elecciones, unos fondos que ya han empezado a desembolsarse y que se unirán a otros 50.000 euros comprometidos por España para las labores de desminado. Asimismo, nuestro país va a aportar entre siete y diez efectivos a la futura misión de observadores del alto el fuego. El envío de estos efectivos, pertenecientes a la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, está pendiente de la solicitud del secretario general de la ONU, António Guterres. La cumbre ha sido convocada de forma conjunta por <strong>Francia, Alemania, Italia y la ONU</strong> y contará con la participación de veinte países, así como del alto representante de la UE, Josep Borrell, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La lista incluye una docena de jefes de Estado y de Gobierno (España, Francia Alemania, Chad, Chipre, Egipto, Grecia, Italia, Malta, Níger, Países Bajos, Túnez y República Democrática del Congo). Estados Unidos estará representado por la vicepresidenta Kamala Harris y Rusia por su ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov. Dos países vecinos de Libia, como Argelia y Marruecos, participarán a nivel de ministros de Exteriores, mientras que aún no está claro el nivel de representación no sólo de un actor clave como Turquía, sino incluso de la propia Libia. <h5><strong>Kamala Harris, Argelia y Marruecos</strong></h5> Pese a la presencia de <strong>Kamala Harris, las citadas fuentes de Moncloa precisaron que el presidente del Gobierno no tiene prevista ninguna reunión bilateral en los márgenes de este encuentro</strong>. Harris también participó ayer en París en el IV Foro de la Paz, en el que coincidió con el Rey Felipe VI y que reunió a jefes de Estado y de Gobierno, líderes de organizaciones internacionales y altas personalidades políticas y económicas para debatir sobre la cooperación internacional tras la pandemia. Como era de esperar, la participación en esta cumbre ha puesto en evidencia los numerosos tiras y aflojas que presiden las actuales relaciones internacionales. Tal es el caso del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien ha vetado su participación en protesta por la presencia de Grecia y Chipre y todavía no ha anunciado el nivel de su representación. También es el caso de <strong>Argelia</strong>, cuyo presidente, Abdelmadjid Tebboune, ha decidido no participar por considerar que las condiciones para ello son “desfavorables”, en referencia a unas recientes declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que las autoridades argelinas han calificado de “insultantes”. Por ello, Argelia estará representada por su ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra. Por su parte, <strong>Marruecos </strong>también estará representado por su ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita. Por tanto, los dos países magrebíes han decidido reducir el rango de su presencia política en París en pleno agravamiento de sus relaciones diplomáticas bilaterales, un conflicto que podría afectar muy directamente a España tras el cierre del gasoducto del Magreb que atravesaba Marruecos y por el que llegaba más del 20 % del gas que suministra Argelia a nuestro país. <strong>En todo caso, la coincidencia de Sánchez con Bourita se produce en un momento particularmente delicado en las relaciones entre Marruecos y España</strong>. Cuando parecía más o menos superada la grave crisis diplomática que estalló entre Madrid y Rabat la pasada primavera tras la entrada irregular en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en las últimas semanas se han abierto otros dos posibles frentes de fricción. Por una parte, la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM) y la empresa israelí Ratio Petroleum Partnership cerraron un acuerdo a finales de septiembre para la <strong>exploración de potenciales bolsas de petróleo y gas frente a la costa de Dajla, en un área de 109.000 kilómetros cuadrados que incluye aguas del Sáhara Occidental y del sur de Canarias</strong>. Este hecho ha provocado una fuerte tormenta política en Canarias, aunque, de momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha insistido en que las prospecciones no afectarán a las aguas del archipiélago. Por otra parte, según publicó el diario <em>El Confidencial</em>, Rabat ha permitido que <strong>una empresa marroquí comience la instalación, sin autorización previa, de una piscifactoría en aguas territoriales españolas, a tan solo 700 metros del archipiélago de las Charafinas y cerca de Melilla</strong>. Marruecos no reconoce las aguas territoriales de las dos ciudades autónomas y los peñones e islas españoles a lo largo de su costa, pero hasta ahora las había respetado. Fuentes militares han revelado al diario que, desde hace meses, el personal de los buques de la Armada que patrullan las aguas en torno a las Chafarinas, y que abastecen a los militares destacados en estas plazas de soberanía, ha dado aviso de que la construcción de la piscifactoría invade aguas españolas.