<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> El Ministerio de <strong>Asuntos Exteriores está acelerando el traslado de sus dependencias y sus trabajadores desde Torres Ágora</strong>, en la calle Serrano Galvache, hasta el remodelado palacete de la <strong>Plaza del Marqués de Salamanca</strong>. Al parecer<strong> se quiere que el próximo lunes, día 15, todos ellos estén ya trabajando en la sede ahora recuperada</strong> y que las oficinas que se han ocupado durante los últimos 16 años estén ya vacías. La <strong>última fecha límite</strong>, en cualquier caso,<strong> sería el lunes, día 22</strong>, porque de lo contrario, se abriría un nuevo ejercicio de alquiler con Inmobiliaria Colonial, la empresa propietaria de Torres Ágora. Después se acometerá el traslado del personal que trabaja en la Dirección General de Asuntos Consulares, ubicada en la calle Pechúan, y, finalmente, se instalarán en el edificio de Marqués de Salamanca, algunas de las unidades que trabajan en el Palacio de Santa Cruz y el Palacio de Viana, que son fundamentalmente, los gabinetes del ministro y del subsecretario, Protocolo, la Secretaría General Técnica y la Dirección General del Servicio Exterior, aunque no está aún muy claro que servicios se mantendrán en los históricos edificio. Los espacios que queden libres será, posiblemente, ocupados, de manera temporal po la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo (Aecid), en cuya sede de Reyes Católicos se vana realizar obras. Cuando se complete la operación, <strong>habrán sido trasladadas unas 1.300 personas y un volumen de material de 6.000 metros cúbicos</strong>. Para financiar <strong>la mudanza</strong> de Torres Ágora y Pechuán, el Ministerio presupuestó unos <strong>300.000 euros.</strong> Con el abandono de esos dos inmuebles, <strong>el Estado se ahorrará unos 10 millones de euros anuales</strong> y se pondrá fin a un periodo de tiempo que se abrió después de que en 2004 fueran detectados en el edificio de Marqués de Salamanca problemas de contaminación por naftaleno que afectaron a unos 150 trabajadores. En ese periodo, <strong>el Estado gastó en torno a unos 150 millones de euros en el alquiler de edificios para el Ministerio de Asuntos Exteriores.</strong>