The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, asistió ayer a la inauguración de la sede de la Alianza de Civilizaciones (UNAOC) en Ginebra, una “nueva aventura” que permitirá fortalecer la colaboración con las entidades de la ONU asentadas en esta ciudad suiza, según declaró durante el acto el alto representante de la Alianza, Miguel Ángel Moratinos.
“Hoy es un gran día para la UNAOC”, con la inauguración de la nueva sede “aquí, en el Palacio de las Naciones, en presencia de los dos copatrocinadores de la Alianza, España y Turquía, representados por ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, y por el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares”, afirmó Moratinos durante su discurso.
La idea de la Alianza de las Civilizaciones fue impulsada el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. La propuesta fue asumida por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el 14 de julio de 2005 se produjo el lanzamiento oficial de la Alianza con el patrocinio de Zapatero y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. España y Turquía siguen siendo los principales apoyos políticos y financieros de la Alianza, que cuenta con 127 Estados miembros. Moratinos, ministro de Exteriores precisamente con Zapatero entre 2004 y 2010, ejerce el cargo de Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones desde enero de 2019.
“Hoy, la UNAOC se embarca en una nueva aventura. La nueva oficina en Ginebra, la llamada capital de la diplomacia, complementará el trabajo de la sede de la COA en Nueva York, donde se encuentra la Secretaría”, prosiguió Moratinos. “Nuestra oficina de Ginebra contribuirá a mejorar la visibilidad de nuestro trabajo en Europa, donde la proximidad y el seguimiento son necesarios, especialmente en un momento en el que esta región se enfrenta a muchos retos, como el aumento del racismo, incluido el antisemitismo, el odio antimusulmán y otras formas de discriminación”, añadió.
“Al mismo tiempo, reforzaremos nuestra colaboración con las organizaciones pertinentes de las Naciones Unidas, como la OIM, el ACNUDH y UNOSAT” y la presencia de una sede en Ginebra “facilitará la organización de reuniones y eventos en esta sala, que fue creada no sólo para llevar el nombre del Consejo de Derechos Humanos, sino también el de la Alianza de Civilizaciones”, concluyó Moratinos durante el acto, al que también asistió Tatiana Valovaya, directora general de la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra.
Por su parte, Albares aprovechó su estancia en Ginebra para reunirse con el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, con quien abordó “el acceso equitativo a vacunas y otras acciones contra la COVID-19” (según informó el ministro en su cuenta de Twitter) y con la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, con la que analizó “la situación de los derechos humanos en el mundo, especialmente en Nicaragua, Venezuela y Afganistán”.