<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El director general de Política Exterior y de Seguridad del Ministerio de Asuntos Exteriores, Federico Torres, advirtió ayer, de cara a la próxima Cumbre de la OTAN que acogerá Madrid en 2022, de que la Alianza debería mirar más allá de sus “actuales límites geográficos” porque “la seguridad de nuestras democracias euro-atlánticas se juega también en los espacios vecinos”. </strong></h4> “Queremos ser algo más que unos excelentes anfitriones, como solemos ser”, declaró Torres durante su participación en el acto <em>The Madrid Summit and the future of NATO</em>, organizado por <strong>el Real Instituto Elcano en Madrid con el patrocinio de la División de Diplomacia Pública de la OTAN. </strong>El objetivo de España, “compartido con la organización y los Estados miembros”, es contribuir a “reforzar el compromiso político en la Alianza en la línea de la iniciativa OTAN 2030, cohesionar más la organización, reforzar los conceptos de disuasión, defensa y resiliencia y gestionar nuestra ventaja tecnológica”, añadió Torres, quien asumió el cargo el pasado 1 de octubre. Otro objetivo, prosiguió, es <strong>“conseguir que el nuevo concepto estratégico de la OTAN, que nos enorgullece esperar que se llame Concepto Estratégico de Madrid, vaya muy en sintonía con el concepto todavía muy teórico de la autonomía estratégica europea”</strong>, un “concepto en construcción, amplio y por ello ambiguo, en el que no se habla solo de la Europa de la defensa, sino también de las cadenas de valor, respetando la filosofía de la UE de apertura al mundo”. Por otra parte, advirtió Torres, <strong>la OTAN no puede “mantener un concepto de seguridad ceñido solo a los Estados miembros de la organización”, porque “la seguridad de nuestras democracias euro-atlánticas se juega también en los espacios vecinos”. </strong>Por ello, explicó, “el gran interés de España es que se tengan en cuenta dos retos importante de seguridad: la situación en Sahel”, donde hay “terceros actores, que probablemente no compartan nuestros valores, interesados en la región”; y el Golfo de Guinea, una región que se enfrenta a “un nuevo reto de seguridad marítima” como es la piratería. El “mensaje” de España, añadió, es que <strong>se deben “superar los límites geográficos de la acción de la OTAN, una alianza de democracias, frente a amenazas híbridas, como la desinformación, la manipulación de procesos electorales o la protección de datos personales, que no afectan solo al área euro-atlántica, afectan también a africanos, asiáticos y latinoamericanos”.</strong> En un sentido muy parecido, <strong>Luis Simón, director de la Oficina de Bruselas y Analista Principal del Real Instituto Elcano</strong>, advirtió de que “un desafío clave para la OTAN será el de reconciliar su carácter predominantemente euro-atlántico y militar con una realidad en la que dinámicas no euro-atlánticas y no militares tiene un impacto cada vez más importante”. Por su parte, <strong>Baiba Braže, subsecretaria general de Diplomacia Pública de la OTAN</strong>, afirmó que, frente al auge de Rusia y China y las nuevas amenazas, “no vale la respuesta internacional”. Por ello, “en la Cumbre de Madrid trataremos de plasmar colectivamente todos los retos y amenazas y de asegurarnos de que la Alianza es apta para el futuro”. El acto -al que asistieron la embajadora de Lituania, Lyra Puišytė-Bostroem; el embajador de Chile, Roberto Ampuero; y representantes de las Embajadas de Alemania, Montenegro, Reino Unido, Italia, Dinamarca, Macedonia del Norte, Suecia, Croacia, Túnez, Estonia, Hungría y Vietnam-, fue presentado por el <strong>presidente del Real Instituto Elcano, José Juan Ruiz</strong>, quien destacó la “especial relevancia histórica” de la Cumbre de Madrid, en la que “se espera la aprobación del nuevo concepto estratégico, el documento político más importante de la OTAN”. Aparte, añadió, “España tiene una gran oportunidad para marcar la fortaleza de su vínculo atlántico y transatlántico”.