<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, participó ayer en Trípoli en la Conferencia Ministerial para la Estabilización de Libia, donde expresó el apoyo de España a las elecciones del 24 de diciembre y pidió “la salida de todos los combatientes extranjeros” del país norteafricano.</strong></h4> <strong>“He trasladado la posición de España, tanto el apoyo a que las elecciones se celebren como está previsto el 24 de diciembre como la necesidad de estabilizar el país con la salida de todos los combatientes extranjeros, incluidos los mercenarios, y la necesidad de dotarse de un presupuesto único que garantice la estabilidad económica”</strong>, declaró el ministro al término de la Conferencia, que reunió a representantes occidentales (incluidos los ministros de Exteriores de Francia e Italia y altos cargos de Estados Unidos), de los Estados árabes y de Naciones Unidas. Asimismo, prosiguió, <strong>“he tenido encuentros con mis homólogos de Arabia Saudí (Faisal bin Farhan al Saud), para seguir lanzando nuestras relaciones; de Sudán (Asma Abdallá), un país clave para la estabilidad libia; y en especial con mi homólogo argelino (Ramtane Lamamra), con el que he seguido reforzando nuestra asociación estratégica, especialmente en el plano energético”</strong>. Aparte, Albares también mantuvo encuentros bilaterales con<strong> el presidente del Consejo de la Presidencia de Libia, Mohamed Yunus al Menfi, y con el primer ministro, Abdulhamid Dbeibah.</strong> El pasado 18 de octubre, Albares participó en Luxemburgo en un desayuno de trabajo junto a sus colegas de la UE, la ministra de Exteriores libia, Najla Mangoush, y el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell. Durante ese encuentro, el ministro aseguró que “España cada vez va a estar más comprometida con Libia” porque “es un país mediterráneo muy importante, en el que convergen muchas de las crisis que afectan al Mediterráneo, al Magreb y al Sahel”, como el terrorismo yihadista y la inmigración irregular. La Conferencia de ayer, anunciada por Menfi durante la 76 Asamblea General de la ONU, abordó los problemas más espinosos de Libia de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias del 24 de diciembre, como el mantenimiento del alto el fuego en el país, la unificación de los distintos grupos armados del país bajo un único cuerpo de seguridad y la retirada de los combatientes extranjeros. Los comicios han sido convocados por el actual gobierno interino, constituido el pasado mes de febrero después de meses de negociaciones respaldadas por la ONU. La Conferencia concluyó con un comunicado final en el que se destaca la importancia de que se adopten medidas de fomento de la confianza para garantizar unas elecciones justas, transparentes e integradoras. Durante el encuentro, el primer ministro de Libia expresó su apoyo a “los esfuerzos del comité electoral superior para celebrar los comicios en la fecha prevista” y reclamó “una participación amplia y efectiva de los libios en las elecciones”. Asimismo, aseguró que es posible poner fin a la grave crisis política y de seguridad que vive Libia desde 2011, cuando la OTAN contribuyó al triunfo de los grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi. Por su parte, la jefa de la diplomacia libia, Najla Mangoush, reclamó que se respete “plenamente el principio de no injerencia” y se tomen “medidas disuasorias contra todos aquellos que interfieren en la soberanía de otros”, mientras que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves le Drian, afirmó que la conferencia sobre Libia que se celebrará en París el próximo mes de noviembre “proporcionará el último impulso internacional necesario para apoyar las elecciones a finales de año y respaldar el plan libio para la salida de las fuerzas extranjeras y los mercenarios y para poner fin a la injerencia extranjera”.