<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España recuperó ayer el desfile militar y la recepción de los Reyes en el Palacio Real, que se celebran tradicionalmente el 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, y que el pasado año fueron suspendidos debido a la pandemia.</strong></h4> Don Felipe y doña Letizia, acompañados de la Infanta Sofía, presidieron en el Paseo de la Castellana, una parada militar en la que participaron en esta ocasión 2.656 efectivos, 68 aeronaves y 115 vehículos, un contingente menor que en años anteriores. La Princesa de Asturias, Leonor, no pudo acudir a los actos por estar estudiando en un colegio de Gales, en el Reino Unido. Sí estuvieron presentes, entre otras autoridades todos los miembros del Gobierno, con su presidente, Sánchez a la cabeza., e incluidos los ministros de Unidas Podemos. Aunque el público que asistió al desfile se encontraba alejado de las tribunas de invitados, se pudieron escuchar numerosos abucheos, silbidos y gritos de dimisión contra Sánchez cuando se anunció por la megafonía su llegada al lugar. Los mismos abucheos y gritos de “fuera” y “dimisión” dirigidos al jefe del Ejecutivo se pudieron escuchar al término del desfile, en contraste con los aplausos dirigidos a los Reyes en todo momento. Posteriormente, en el Palacio Real, don Felipe y doña Letizia ofrecieron una recepción, a la que asistieron únicamente unas 150 personas, en contraste con las 1,500 que solían ser invitadas al acto antes de la pandemia. Los Reyes han querido recuperar la tradición, aunque fuera de forma limitada, invitando en esta ocasión, además del al Gobierno y a los presidentes de las altas instituciones del Estado, a un reducido grupo de representantes de la sociedad civil. El Cuerpo Diplomático estuvo representado tan sólo por su decano, el Nuncio Apostólico, monseñor Bernardito Auza. Los invitados pasaron delante de los Reyes de manera rápida, sin pararse a saludar y se suspendió el cóctel final en los salones del Palacio Real, que solía ser un lugar propicio para los corrillos y los contactos entre los asistentes, incluidos los periodistas. En las Embajadas españolas en el extranjero, se celebraron pequeñas recepciones cuando la evolución de la pandemia lo permitía, mientras algunos embajadores optaron por grabar video y enviarlos a las autoridades y fuerzas políticas y sociales de los distintos países. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, difundió ayer un vídeo a través de la cuenta de su departamento, en la que expresó su felicitación especialmente a quienes se encuentran fuera de España y resaltó que “existe una forma europea e iberoamericana de estar en el mundo” y que España tiene esas dos almas: europea e iberoamericana. También se refirió a dos citas importantes para España en los próximos años: la cumbre de la OTAN, a finales de junio de 2022, y la Presidencia del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023. Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, felicitó por videoconferencia a las tropas españolas desplegadas en el exterior, a las que expresó su orgullo por la importante labor que realizan en defensa de la paz y la libertad en el mundo y les aseguró que están llevando "el pabellón de España muy alto".