The Diplomat
El Tribunal de Apelación de Sassari (Italia) suspendió la orden de detención y entrega contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont a la espera de que el Tribunal de la Unión Europea se pronuncie sobre su inmunidad.
“Respetamos todas las decisiones judiciales, las que nos gustan más y las que nos gustan menos”, declaró ayer en París el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras la decisión del tribunal italiano. “Preferimos centrarnos en la agenda de la reconciliación, que es positiva para Cataluña, para España y también para Europa”, añadió.
Según informaron fuentes de la defensa a la agencia Europa Press, los jueces han decidido esperar a que el Tribunal General de la UE se pronuncie sobre el alcance de la inmunidad como eurodiputado de Puigdemont, quien declaró ayer ante el tribunal italiano en la vista en la que se debía tomar una decisión sobre su extradición.
Puigdemont fue detenido el pasado 23 de septiembre por la Policía italiana a su llegada al aeropuerto de Alghero, en Cerdeña, aunque fue puesto en libertad horas más tarde a condición de que permanezca en Cerdeña durante algunos días, hasta que la justicia decida sobre su situación procesal.
Tras la detención, el juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, informó a las autoridades judiciales italianas de que el proceso contra el antiguo presidente “sigue pendiente” y, por tanto, la euroorden dictada el 14 de octubre de 2019 contra Puigdemont por sedición y malversación sigue en vigor, lo que podría conllevar su extradición.
La base de este problema es la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) del pasado 30 de julio en la que levantó las medidas provisionales que suspendían la inmunidad europarlamentaria de Puigdemont, eurodiputado por JxCAT. En aquella ocasión, el Tribunal de Luxemburgo estimó que no era necesario mantener las medidas cautelares aceptadas en junio -y que paralizaban temporalmente la suspensión de la inmunidad adoptada por el Parlamento Europeo- por considerar que la retirada de la inmunidad no afectaba a sus desplazamientos como parlamentarios y tampoco quedaba acreditado que pudiera ser objeto de una “detención inminente” para su entrega “a las autoridades españolas”. Este detalle del auto es, precisamente, en el que se ha valido la defensa de Puigdemont para solicitar al Tribunal General de la UE que devuelva al expresidente la inmunidad provisional que este mismo órgano le había retirado.