<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió ayer en Eslovenia con sus homólogos de Francia, Jean-Yves Le Drian, y Alemania, Heiko Maas, para abordar la respuesta conjunta que debe dar la UE a la crisis abierta en Afganistán tras la entrada de los talibanes en Kabul. </strong></h4> <strong> </strong> “A primera hora, en los márgenes de la reunión de ministros de la UE, he mantenido un desayuno de trabajo con mi colega de Alemania, Heiko Maas. Hemos coordinando posiciones clave para nuestra acción en Afganistán y la región”, declaró Albares a través de su cuenta de Twitter. “Fructífera y extensa reunión de trabajo con el ministro francés Jean-Yves Le Drian y nuestros equipos para seguir defendiendo los intereses de nuestros países y de la Unión Europea, en todo el mundo, incluido Afganistán”, afirmó en un mensaje posterior. Durante estos encuentros, los ministros de los tres países se mostraron “completamente de acuerdo” en lo que respecta a la crisis afgana, al igual que el resto de ministros europeos, con los que “prácticamente se ha alcanzado un consenso aquí en Eslovenia”, explicó posteriormente el ministro a la agencia Efe. Esa misma “sintonía de ideas” también se apreció durante su entrevista del jueves con el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, para hablar sobre los planes de ayuda humanitaria Afganistán, una entrevista en la que “hubo mucha cordialidad”, aseguró a la misma agencia de noticias. Los encuentros bilaterales con Le Drian y Maas tuvieron lugar en los márgenes de <strong>la reunión informal de dos días de los ministros de Exteriores de la UE (Gymnich)</strong>, celebrada en la localidad eslovena de Kranj y que supuso la primera reunión presencial del ministro con sus colegas europeos desde que asumió el cargo. Al término del encuentro, <strong>el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell</strong>, declaró ante la prensa que los jefes de la diplomacia de los Estados europeos se habían puesto de acuerdo en la imposición de una serie de condiciones para aceptar el diálogo con los talibanes. “Los talibanes se enfrentan a escasez de liquidez, no solo para pagar salarios, sino para pagar cualquier cosa”, y, por ello, la UE está dispuesta a “ayudar con condiciones”, declaró el ex ministro español, tras la decisión del Banco Mundial, el Fondo Monetario y la propia UE de congelar los desembolsos al nuevo régimen, incluida la ayuda al desarrollo. Por tanto, y para “ayudar a la población de Afganistán<strong>”, la UE tendrá “que tratar con el gobierno de Afganistán, lo que no significa reconocimiento”</strong>, prosiguió. Se tratará, advirtió, de “un contacto operativo que aumentará en función de su comportamiento” y que <strong>dependerá, entre otras condiciones, de que Afganistán no se convierta en un “refugio de terroristas”, de que el nuevo régimen “respete los derechos humanos, especialmente los de las mujeres, el Estado de derecho y la libertad de prensa”, de que se constituya un nuevo gobierno de transición “inclusivo y representativo” surgido de una “negociación entre las fuerzas políticas” y de que se permita “la entrada de la ayuda humanitaria” de acuerdo con “los procedimientos y las condiciones” de la UE.</strong> Según Borrell, la UE está dispuesta a negociar con los talibanes desde un punto de vista “operativo” para abordar “asuntos importantes”, sobre todo la evacuación de “cientos o miles de personas que nos hubiera gustado evacuar por vía aérea”. Con ese fin, aseguró, <strong>la Unión podría establecer “una presencia conjunta” en Kabul que estará “coordinada por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE)” y que no deberá interpretarse como “el primer paso hacia un reconocimiento”. </strong>“Los Estados miembros no van a reabrir mañana las Embajadas, nosotros no vamos a reabrir una delegación con un jefe de delegación como si no hubiera pasado nada”, advirtió Borrell. Al respecto, <strong>José Manuel Albares precisó a la agencia Efe que “no estaríamos hablando de una Embajada”, sino más bien de una “oficina”. </strong>