<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El suministro de gas de Argelia a España “no está en peligro”, pese a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ese país y Marruecos, según aseguró ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.</strong></h4> Albares señaló en la Comisión de Asuntos Exteriores que, en los últimos días, ha mantenido contactos con responsables de Argelia, principal país suministrador de gas a España, y de Marruecos, por cuyo territorio es transportado parte de ese gas. El Gobierno argelino anunció la pasada semana que <strong>el suministro a nuestro país se hará a través de Medgaz</strong>, el gasoducto que une a Argelia directamente con España. "El suministro de gas a España -afirmó el ministro- no está en peligro porque nuestros amigos marroquíes y argelinos quieren trabajar conjuntamente en este terreno". Y añadió que<strong> nadie tiene que preocuparse por la cuestión de suministro</strong>, en un momento en que el precio de la luz es muy elevado. Albares manifestó que los dos países magrebíes son prioritarios para el Gobierno, sin entrar en muchos más detalles de cómo será ahora su política hacia ellos. Tampoco fue muy concreto sobre<strong> la relación con Marruecos,</strong> pese a que los portavoces de varios grupos parlamentarios le preguntaron sobre la crisis diplomática con Rabat y el anuncio del rey Mohamed VI de que se abría una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Albares insistió en que la solución a <strong>la cuestión del Sáhara Occidental debe producirse en el marco de la ONU</strong>, si bien ha recalcado que la relación con Marruecos "es más que todo eso". "Es una relación muy amplia" puesto que es "un país amigo, socio y vecino", comentó, si bien aseguró que quiere llevarse "extraordinariamente bien con Marruecos" como también quiere llevarse bien con todos los demás países, pero "sobre todo con España". "Los intereses de los españoles son los que me van a guiar", dijo. El ministro <strong>negó que la marcha atrás en la petición del plácet para que Camilo Villarino</strong>, jefe de gabinete de Arancha González Laya como ministra de Exteriores,<strong> sea embajador en Rusia haya sido una concesión a Marruecos,</strong> ya que este deberá declarar esta semana como imputado en un juzgado de Zaragoza en relación con la entrada en España del líder del Polisario, Brahim Ghali, por motivos humanitarios. Explicó Albares que, en la medida de lo posible, es partidarios de "buscar cierta especialización" en el nombramiento de los embajadores, "especialmente en países muy relevantes", como es el caso de Rusia". "Es importante que hablen el idioma del destino, que tengan experiencia previa en el país y la región", dijo, aclarando que, en cualquier caso, aquellos diplomáticos a los que González Laya había destinado ya a una jefatura de misión recibirán, en caso de cambios otra que esté "más adaptada a su perfil”.