The Diplomat
El personal español que participó en la operación de evacuación desarrollada en los últimos diez días en Afganistán llegó a última hora de la tarde de ayer a la base aérea de Torrejón de Ardoz, tras haber hecho posible que se pudiera del país a 2.206 colaboradores afganos y sus familias.
Los componentes de la misión española y los últimos afganos evacuados llegaron en un avión de Air Europa y fueron recibidos a pie de escalerilla por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; de Defensa, Margarita Robles; de Interior, Fernando Grande Marlaska, y de Inmigración, José Luis Escrivá.
Una vez en la pista, donde los españoles pudieron reencontrase con sus familias, Sánchez y el resto de miembros del Ejecutivo, así como el propio personal del avión les brindaron un largo aplauso.
En el avión llegaron un total de 195 personas: 82 militares españoles; el embajador en Afganistán, Gabriel Ferrán; su ‘número dos’, Paula Sánchez, y dos personas más de la embajada; que han sido los primeros en bajar; 20 miembros del Cuerpo Nacional de Policía (13 GEO y 7 de la Unidad de Intervención Policial); 85 colaboradores afganos, 16 con España, 50 de la OTAN y 19 de Portugal), y cuatro militares portugueses que se subieron en el último momento al avión.
Todos habían sido llevados el jueves desde Kabul al aeropuerto de Dubai, a bordo de los aviones A400M del Ejército del Aire, que han estado participando en la operación. Otras 36 personas, miembros de las Fuerzas Armadas (del Ala-31 del Ejército de Aire y del Escuadrón de Apoyo al Despegue Aéreo), llegarán mañana domingo a Zaragoza, en los tres aviones militares A400M desplegados por España.
Desde el pasado 19 de agosto, con los primeros 53 evacuados, en España han aterrizado 11 vuelos, y se ha podido traer a 2.206 personas, de las que 1.671 pertenecen al contingente de España, 21 a Portugal, 333 al de la UE, 131 a EE.UU. y 50 a la OTAN. De ellos, el 47% son mujeres y el 40 % son menores.
De los evacuados, un total de 1.717 personas han solicitado protección internacional en España, según informaron a Europa Press fuentes gubernamentales. Se trata del 83,7% de los 2.051 ciudadanos que han llegado al país en estos últimos días. De ellos, 884 fueron trasladados el jueves a los diferentes centros o pisos del sistema de acogida estatal de hasta catorce comunidades autónomas.
Ayer, en una comparecencia ante los periodistas en Moncloa, Pedro Sánchez lamentó que no se haya podido sacar a más personas, pero aseguró que España «no se va a desentender» de quienes colaboraron con nuestro país y permanecen aún en Afganistán.
Indicó que, tras lo que calificó de “una operación sin precedentes”, se abre ahora “una segunda fase” en la que se seguirá trabajando para ayudar a esas personas a salir de Afgánistán. Sánchez no precisó cómo se hará eso, ni si el Gobierno está dispuesto a hablar con los talibán para ello, y se limitó a decir: «Vamos a trabajar con pausa, de manera discreta».
El jefe del Ejecutivo se mostró satisfecho de la labor realizada, diciendo que “España lo ha hecho bien” y que así lo han reconocido organismos internacionales e instituciones europeas. «España ha representado con orgullo el corazón y el alma solidaria de nuestro continente», afirmó, aludiendo a que la base de Torrejón se ha convertido en un “hub” para distribuir a los afganos refugiados a otros puntos de la Unión Europea, además de que Rota y Morón de la Frontera están recibiendo a colaboradores afganos de Estados Unidos.
Precisamente, ayer llegaron a la base naval de Rota dos vuelos militares estadounidense con un total de más de 800 afganos (unos 400 en cada uno de ellos), que permanecerá allí un máximo de dos semanas hasta que sean llevados a Estados Unidos u otros países.
A la llegada de los aviones, según informó la Embajada de Estados Unidos en Madrid, un equipo de funcionarios del Gobierno norteamericano se encargó de recibir, procesar y satisfacer las necesidades básicas de todos los evacuados con un amplio apoyo de militares españoles, la Cruz Roja y los voluntarios de la base.
En su comparecencia, el presidente del Gobierno no dudó en calificar de «fracaso» la retirada de Afganistán después de 20 años de presencia internacional, aunque reivindicó la «semilla de libertad, de dignidad y sobre todo de igualdad para las mujeres y niñas”, sembrada en el país por las Fuerzas Armadas y cooperantes españoles durante los últimos 20 años para sobre todo de igualdad para las mujeres y niñas de Afganistán» .
Sánchez elogió la labor de servidores públicos, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, la Guardia Civil, el servicio de sanidad exterior, los cooperantes, Cruz Roja y numerosos funcionarios, que han hecho posible la operación de evacuación y dijo que le resulta “difícil de entender” que el PP pueda criticar el operativo desarrollado.
Además, defendió que el Gobierno ha mantenido informadas las fuerzas políticas a través de los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, que, en su opinión era quienes tenían que hacerlo, rechazando así las demandas del PP de que fuera el mismo quien diera cuentas en el Congreso de los Diputados.
Ayer, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, insistió en reclamar que Sánchez comparezca en el Parlamento, acusándole de “cobardía” por no hacerlo. Y el portavoz adjunto del Grupo Popular en la Comisión de Exteriores, Pablo Hispán, reprochó al presidente del Gobierno que no dijera en su rueda de prensa al motivo de no haber llamado al líder de la oposición, ni aclarara si quedan colaboradores del ejército español ni cómo va a ayudar al pueblo afgano.
El presidente del PP, Pablo Casado, en su cuenta de Twitter dio las gracias a “militares, policías y diplomáticos” españoles por su defensa de la libertad de los afganos durante dos décadas y por arriesgar su vida en la evacuación de Kabul. “Las democracias occidentales debemos coordinar una estrategia para evitar que se impulse el terrorismo yihadista”, reclamó.