<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español ha acogido con satisfacción el discurso pronunciado el viernes por el Rey Mohamed VI de Marruecos en el que expresó su deseo de abrir “una nueva etapa inédita” en las relaciones con España, tras la crisis bilateral abierta el pasado mes de abril.</strong></h4> Ayer, el jefe del Ejecutivo,<strong> Pedro Sánchez, agradeció las palabras del monarca alauí,</strong> en una conferencia de prensa, tras visitar la base aérea de Torrejón con los dirigentes de la Unión Europea Charles Michel y Úrsula von der Leyen. “<strong>De toda crisis surgen oportunidades y esta es una gran oportunidad para redefinir esas relaciones y los pilares sobre las que se sustentan</strong>”, dijo. Sánchez agregó que “sobre la confianza, el respeto y la colaboración presente y futura podemos <strong>construir una relación sobre bases mucho más sólidas </strong>de las que hemos tenido hasta ahora". Y destacó que España y Marruecos son dos países "aliados, vecinos y hermanos". <strong>La crisis con Marruecos se abrió el pasado abril </strong>a causa de la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, y la posterior entrada masiva de emigrantes en mayo a la ciudad autónoma española de <a href="https://www.20minutos.es/minuteca/ceuta/">Ceuta </a>ante la pasividad marroquí, entre ellos 1.097 menores que se tiene previsto repatriar, aunque por el momento un juzgado mantiene los retornos suspendidos. Mohamed VI dio por zanjada en su intervención del viernes una crisis diplomática desencadenada, después de España acogiera en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado del COVID-19, una decisión a la que respondió Rabat permitiendo días después una avalancha de migrantes a Ceuta y llamando a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich. El relevo al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores de Arancha González Laya, a la que Marruecos consideró la principal responsable de la acogida a Ghali, comenzó a allanar el camino de la reconciliación, y Marruecos hizo algunos gestos dirigidos a España, entre otros facilitar la aplicación del acuerdo para la devolución de menores no acompañados. El viernes, con ocasión del tradicional discurso conmemorativo de la Revolución del Rey y del Pueblo, Mohamed VI dijo que esa “nueva etapa inédita” a la que aludía se basa en "la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos". Por su parte, <strong>Ursula von der Leyen y Charles Michel t</strong>ambién se han felicitado por las palabras de Mohamed VI porque <strong>"Marruecos es socio de la UE"</strong> con quien mantiene "una estrecha cooperación", de manera que "las buenas relaciones con este país son tan importantes para la UE como para España". Sánchez agradeció, a su vez, el apoyo del Ejecutivo comunitario durante lo que denominó "días aciagos" del mes de mayo, en los que estalló la crisis migratoria con el país vecino. <strong>El Gobierno español se encuentra ahora a la espera de que Marruecos comience a dar pasos para que se puedan hacer realidad las palabras de Mohamed VI</strong>. El sustituto de González Laya, al frente de Exteriores, José Manuel Albares, ha insistido desde que asumió el cargo en que los contactos con las autoridades marroquíes se hacían de una manera discreta para que pudieran dar resultados. En cualquier caso, hay en el horizonte algunos asuntos en los que podía reflejarse la voluntad de Marruecos de dar por acabada la crisis, como es la vuelta de la embajadora a Madrid, aunque, en medios diplomáticos se recuerdan sus duras declaraciones cuando se deterioraron las relaciones. Además, está p<strong>endiente de fijar fecha para la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos</strong>, que debía haberse celebrado hace tiempo, así como la reapertura de las fronteras terrestres con Ceuta y Melilla cerradas en marzo de 2020 o la reanudación del tráfico de pasajeros a través del Estrecho.