<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>España se ofreció ayer para recibir a los afganos que han trabajado para los países de la Unión Europea antes de que, junto con sus familias, sean repartidos por los estados miembros del bloque comunitario, según anunció el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell.</strong></h4> Al término de una reunión extraordinaria que los ministros de Asuntos exteriores de los Veintisiete celebraron por videoconferencia, <strong>Borrell agradeció que España hiciera el ofrecimiento de actuar como ‘hub’</strong> para recibir a los afganos para luego proceder a su distribución por el resto de los países de la Unión que les ofrezcan visados. "No podemos abandonarles y haremos todo lo posible para traerles y ofrecerles refugio en los Estados miembros de la Unión Europea”, afirmó el Alto Representante, quien ta<strong>mbién dio las gracias a Italia, por su papel en la crisis de Afganistán, puesto que sus aviones “evacuarán alrededor de 400 miembros del personal local afgano de la UE y sus familias”</strong> hasta Roma. <strong>Desde la capital italiana, los ciudadanos afganos y sus familias viajarán en vuelos comerciales a Madrid,</strong> donde esperarán a ser enviados a los países que les ofrezcan asilo. Fuentes diplomáticas indicaron ayer que <strong>entre 40 y 60 de esas personas recibirán asilo en España y el resto serán distribuidos por los demás países miembros</strong>. En España, varias comunidades autónomas, como Cataluña y la Comunidad Valenciana se han puesto en contacto con el Gobierno para expresar su disponibilidad a acoger a los refugiados afganos. Borrell señaló que una de las principales conclusiones de la reunión de los ministros fue dar prioridad a la evacuación de los europeos presentes en el país asiático y de los afganos que han trabajado con la UE. En un comunicado emitido tras la reunión de ministros comunitarios, se afirma que la UE "prestará especial atención" a la situación de aquellos ciudadanos afganos "cuya seguridad pueda estar en peligro debido a su compromiso con nuestros valores comunes". Mientras,<strong> los dos aviones A400 del Ejército del Aire se encuentran ya en Dubai, a la espera de recibir los permisos para volar al aeropuerto de Kabul</strong>, con el fin de repatriar al personal de la Embajada y a los españoles que aún se encuentran en Afganistán, así como a los afganos que prestaron asistencia -muchos de ellos como intérpretes- a las tropas españoles y a los cooperantes de nuestro país. El Gobierno no ha precisado cuando podrá proceder a la evacuación, que depende de la situación en el aeropuerto y de obtener los permisos pertinentes. Tampoco han sido facilitados datos concretos sobre el número de personas que serán traídas a España, aunque se prevé que serán varios centenares, por lo que podría ser preciso realizar algún vuelo más. Tanto el embajador, Gabriel Ferrán, como su 'número dos', Paula Sánchez, se encuentran ya en el aeropuerto de Kabul, al igual que los españoles y el personal de la embajada, mientras que solo algunos traductores han podido llegar hasta el recinto y el resto estarían en sus casas a la espera de poder hacerlo. Varios países europeos ya han conseguido realizar algunos vuelos para evacuar a sus nacionales, así como a personal diplomático y afgano, como Reino Unido, Alemania, Francia o Italia, al igual que Estados Unidos. Ayer, <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció en las redes sociales que la operación militar en Afganistán ha sido un fracaso</strong>, pese a lograrse el objetivo de “combatir a Al Qaeda”: “Lo que no se logró fue el siguiente objetivo de construir un Estado, y esta es una lección que debemos aprender para el resto del mundo”, señaló. Mientras, el portavoz adjunto del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso, <strong>Pablo Hispán, insistió en declaraciones a<em> EsRadi</em>o, en criticar a Sánchez por “no dar la cara”</strong> como sí han hecho Joe Biden o Ángela Merkel y le acusó de falta de previsión y "caos administrativo" en la retirada del personal diplomático que todavía permanece en Afganistán.