Mª José Prieto
«Naturaleza para los sentidos» inicia su andadura en el Parador de Cangas de Onís. El proyecto se extenderá por una veintena de Paradores, continuando por los de Bielsa y Villafranca del Bierzo.
No es de extrañar que los monjes benedictinos que transitaban por las veredas de las robustas montañas asturianas encontraran en el monasterio de San Pedro de Villanueva la ansiada paz que solo la contemplación de la naturaleza sabe brindar al espíritu.
A los pies del Sella, entre parajes de bucólico sosiego, se encuentra este soberbio monasterio, sede del Parador de Cangas de Onís, uno de los edificios más emblemáticos del románico asturiano. Su robusta silueta no se amilana ante la grandiosidad del paisaje; un perfil encrestado por los impactantes Picos de Europa.
En este paraíso terrenal se inicia el trayecto del programa «Naturaleza para los sentidos» que Paradores pone en marcha con el fin de contribuir a un turismo sostenible. Las experiencias darán a conocer la vida rural y natural, a través de las empresas e instituciones locales que participan en el proyecto.
Qué experiencias te esperan en el Parador de Cangas de Onís
La botica y otros secretos del monasterio
La relación del monasterio románico con la naturaleza es indisoluble. De sus verdes prados obtenían los recursos para la alimentación, pero también remedios naturales en las postrimerías del siglo XI, una época en la que la medicina natural era la única práctica conocida. Los visitantes descubrirán, a través de la botica monacal, la flora de la zona y sus propiedades.
El río Sella y los tesoros del reino astur
La experiencia invita a conocer el increíble valor del patrimonio cultural y natural del entorno del Parador, desde la historia del reino astur a los encantos del paraíso natural; con tesoros como el río Sella, uno de los grandes ríos salmoneros de Asturias, o el sublime espectáculo que regala la estampa de los Picos de Europa.
Los perros pastores y las ovejas xaldas
Desde tiempos ancestrales, el pastoreo fue el principal modo de vida de las montañas asturianas. Los pastores, acompañados de sus inseparables perros, fijaban el sustento con la carne y la lana que obtenían de las ovejas xaldas, raza de origen celta que pasta en las verdes faldas del entorno. La experiencia permitirá conocer la labor de los perros bordier collie, auténticos artistas en el manejo del ganado.
Las montañas del quebrantahuesos, los reyes del cielo
El quebrantahuesos es el rey del cielo en el Parque Nacional de Picos de Europa. La sugerencia anima a conocer la vida de las aves necrófagas y su relación con la ganadería para mantener el ecosistema. La especie está protegida por el proyecto de recuperación del quebrantahuesos, incluida en el Catálogo Nacional de Aves Amenazadas.
Pastores y sabores de la majada
Esta experiencia permite compartir retazos de vida con pastores de Picos de Europa. Los visitantes podrán conocer las majadas y las cabañas usadas para un oficio milenario, hoy en vías de extinción, y degustar los quesos y otros productos típicos vinculados al pastoreo.
Baño de bosques: conecta con la naturaleza
Si necesitas reconectar contigo mismo, esta es tu experiencia. Detente, toma conciencia de lo que te rodea, pasea por el bosque y experimenta la naturaleza con los cinco sentidos. Disfruta del poder curativo y sanador de los bosques y descubre unos ecosistemas insólitos. También, por qué no, abraza a un árbol y siente su efecto reconfortante.
El desfiladero de los Beyos y sus rincones secretos
El queso de Los Beyos es tan sabroso como sobrecogedor el paraje que le da nombre. La tenaz persistencia del río Sella ha labrado la roca caliza esculpiendo el impactante desfiladero de Los Beyos. Esta experiencia invita a percibir la historia de un paraje marcado por su fascinante orografía. Sus habitantes han tenido que sacar partido a los recursos naturales que tenían a su alcance: ganadería, leche, castañas… En cada actividad se siente el latido de la naturaleza.
Las gargantas de Ponga y otros tesoros escondidos
Pocos reductos quedan ya en el planeta aislados de las garras del progreso. La orografía del Parque Natural de Ponga ha propiciado el aislamiento social y natural de uno de los entornos más inhóspitos y cautivadores de la montaña asturiana. El retiro ha generado un oasis ideal para la biodiversidad. Conoce la arquitectura típica de estos valles, los hórreos beyuscos y las gargantas escondidas.
La costa jurásica, reino del tiempo
De la prehistoria a la leyenda, la costa asturiana está horadada por grutas y contornos que hablan de especies jurásicas y ecosistemas que persisten desde hace millones de años. Los vertiginosos acantilados, cuevas marinas, desfiladeros y playas desvelan cómo surgieron los Picos de Europa.
El rebeco, rey del parque
Entre valles de lenguas glaciares, cobijado por el impactante paisaje del Parque Nacional de Picos de Europa, vive el rey de las montañas: el rebeco. La experiencia invita a un viaje en vehículo 4×4 dirigido por un guía experto. La ruta se inicia temprano, para poder contemplar la naturaleza en todo su esplendor. Incluye un merecido «redesayuno» a media mañana o un picnic excelente preparado previamente en el Parador. No faltarán momentos para fotografiar y observar con prismáticos al rey del Parque y disfrutar de grupos de hembras con sus crías o luchas entre machos en época de celo.