A lo largo de la vida los seres humanos producimos infinidad de desechos. Algunos, conocidos como biodegradables, se descomponen de manera natural en poco tiempo, de modo que pueden verterse en cualquier papelera o contenedor. Sin embargo, otros tardan cientos de años en desaparecer del planeta, por lo que deben tratarse de manera especial y diferente y depositarse en puntos de reciclaje.
Además, a la necesidad de conservar el entorno natural limpio y libre de ciertos materiales se une otra razón por la que el reciclaje es necesario: la reutilización de materiales. Formar parte del reciclaje no solo ayuda a reutilizar elementos, sino que, como país, puede ayudarnos a ahorrar costes y fomentar la consolidación de un país autosuficiente y no dependiente de ciertas energías.
Qué entendemos por chatarra
Los avances sociales y la educación medioambiental están produciendo efectos en las nuevas generaciones. Materiales como el papel, el cartón o el vidrio se reciclan con bastante asiduidad, por lo que cada vez son más comunes los envoltorios fabricados a base de materiales reciclados. Sin embargo, no existe esa concienciación con otras sustancias como los metales.
Los seres humanos estamos en constante contacto con elementos metálicos como hierros o aceros, así como partes de electrodomésticos, máquinas u aparatos fabricados a base de metales. Estas sustancias se conocen como chatarra, es decir, un conjunto de metales, ferrosos o no ferrosos, que deben ser reciclados por su naturaleza contaminante y reutilizable.
En realidad la chatarra se encuentra presente en prácticamente todas las actividades de las sociedades actuales. Así ocurre con electrodomésticos, automóviles, dispositivos móviles o las latas o envases de los que bebemos refrescos. Todo ello de cuenta de la complejidad de este fenómeno.
Cómo reciclar chatarra en España
Una vez comprendida la importancia de reciclar chatarra, llega el momento de conocer cómo deshacerse de manera sostenible de estos metales. Al igual que ocurre con otras plantas de reciclaje, en nuestro país existe un tipo de negocio, la chatarrería, que se encarga de recoger, trabajar y reciclar la chatarra que los usuarios generan. Gracias a estas, es posible reutilizar los metales en otros dispositivos y mejorar la salud medioambiental del planeta.
Dependiendo de la zona en la que vivas, existen chatarrerías con varios puntos de recogida distribuidos por las ciudades. Así, la chatarra debe ser trasladada a estos lugares, gracias a los cuales las empresas dedicadas a esta actividad trasladarán los materiales obtenidos a una planta en la que se desarrollará la actividad de reciclaje en sí, es decir, el tratamiento con estas sustancias contaminantes.
Aunque muchos usuarios desconozcan el reciclaje de estas sustancias, las chatarrerías juegan un papel muy importante en la gestión de los metales utilizados, siendo esta actividad la que más recicla. Así, independientemente del metal utilizado (hierro, zinc, magnesio…), estos pueden ser reciclados si se trabajan correctamente, razón por la que es necesario utilizar plantas que cumplan con los requisitos legales establecidos por ley.
Asimismo, tal y como avisan los expertos, la presencia de estos metales en desuso en el hogar pueden dar lugar a problemas de salud. Por ello, lo conveniente es reducir su presencia y trasladarlos a puntos específicos, donde puedan dejar de constituir un riesgo para la salud humana y medioambiental.