The Diplomat
Navantia botó ayer en San Fernando la cuarta de las cinco corbetas que está construyendo en los astilleros de Bahía de Cádiz para la Marina Real de Arabia Saudí (RSNF), y que lleva el nombre de JAZAN, en homenaje a esta ciudad del suroeste del país.
La corbeta JAZAN es la cuarta de las cinco que componen el programa Avante 2200. Tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y será capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje.
En el acto, celebrado en el astillero de San Fernando, participaron el Comandante de la Marina Real Saudí, Vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Almirante General Antonio Martorell Lacave; la presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Belén Gualda; el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; el vicepresidente de Saudi Arabia Military Industries (SAMI), Wael Alsarhan, en representación del CEO de la compañía, Walid Abukhaled, que asistió al evento telemáticamente y la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada. La ceremonia de botadura se desarrolló con medidas de seguridad sanitaria.
El evento comenzó con una lectura del Corán, seguida de la proyección de varios vídeos, sobre la ciudad de Jazan (que da nombre al barco), sobre el programa Avante 2200 y sobre la construcción de esta cuarta corbeta. El encargado de dar la bienvenida fue el director del astillero y responsable de Defensa de Navantia en la Bahía, José Antonio Rodriguez Poch.
En la ceremonia, el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, subrayó el compromiso de Navantia con este programa, que calificó de “estratégico” para la compañía, y con Arabia Saudí: “Pueden contar con Navantia como un socio fiable para el mantenimiento de los buques en su ciclo de vida y para futuras oportunidades”, dijo
Ricardo Domínguez puso en valor las inversiones que Navantia está acometiendo para digitalizar e introducir nuevas tecnologías en el astillero para hacerlo “más eficiente” y “construir buques en menor tiempo y con mayor calidad”. También dio la bienvenida a las dotaciones saudíes que han iniciado su formación en el recientemente inaugurado Navantia Training Centre (NTC), que cuenta con equipamiento tecnológico de última generación.
Además, tuvo palabras de agradecimiento para la Armada Española, la Real Marina Saudí y los Ministerios de Defensa de ambos países por su “valiosa colaboración para hacer del programa un éxito”, así como para los equipos del programa y los trabajadores por el esfuerzo realizado. “Vuestra dedicación, conocimiento y buen hacer nos permiten proclamar con satisfacción que Navantia cumple con sus compromisos. Este cuarto barco, que pronto estará a disposición del cliente, será otra prueba del buen hacer de este astillero, de lo que debemos sentirnos muy orgullosos”, afirmó.
Por su parte, el AJEMA, Almirante General Antonio Martorell Lacave, subrayó que la corbeta “es una demostración inequívoca de la capacidad industrial de España en el ámbito de la construcción naval y de su fuerte apuesta por la innovación tecnológica”.
El Almirante Martorell Lacave agradeció al Vicealmirante Al-Ghofaily y al conjunto de la Marina Real Saudí “la confianza depositada en la Armada española para supervisar la ejecución de este ambicioso y pionero programa naval”, destacando que “esta es la primera vez que la Armada española se ha embarcado en un programa naval de tan largo alcance”.
El Comandante de la Marina Real Saudí ha destacó la importancia del proyecto ALSARAWAT (Avante 2200), “uno de los programas de adquisición más importantes y claro indicador del compromiso de la Marina Real Saudí en su ambicioso objetivo de desarrollar una nueva era de capacidades innovadoras y de vanguardia alineadas con la estratégica Visión 2030 del Reino”.
Además, subrayó que la botadura de la corbeta JAZAN, la cuarta botada en un año, es un logro significativo que demuestra ampliamente el compromiso de Navantia con el programa y ha señalado que el éxito del programa establecerá una base sólida para la asociación estratégica con Navantia. El Vicealmirante Fahad Al-Ghofaily también expresó su gratitud y reconocimiento al AJEMA por el importante apoyo que la Armada Española ha brindado al proyecto.
El consejero delegado de SAMI, a través del vicepresidente de la compañía, destacó que SAMI está «orgullosa de su asociación estratégica con RSNF y Navantia». “La botadura de JAZAN, la cuarta de las cinco corbetas Avante 2200, reforzará las capacidades de la flota de RSNF, lo que pone de manifiesto el gran interés en el sector de las industrias navales y el compromiso para desarrollar sus nuevos sistemas y requisitos», manifestó.
La ceremonia concluyó con el corte de la cinta por el Vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily, con lo que la corbeta JAZAN, tras recibir el impacto de la botella con agua de La Meca, se deslizó por la grada hasta tocar agua por primera vez. Los trabajos en la corbeta continuarán en el agua hasta su entrega, prevista para abril de 2023.
En su visita, el Comandante Al-Ghofaily visitó el astillero de San Fernando y el Navantia Training Centre (NTC), un centro equipado con tecnología de última generación donde están recibiendo formación los marineros y mantenedores de las corbetas. Además, conoció los equipos de entrenamiento en tierra (Land Based Training Site, LBTS) y los simuladores, y el programa de Transferencia de Tecnología (ToT) que forma parte de la construcción de las corbetas.
El contrato con Atabia Saudi está en vigor desde noviembre de 2019 y supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 anualmente durante los próximos 5 años, De estos, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la Industria Auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en el mismo.
El programa Avante 2200, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye, además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.