<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El XXV Foro España-Estados Unidos subrayó el miércoles la importancia del multilateralismo tras la pandemia para cubrir las carencias de las naciones más necesitadas.</strong></h4> Em su primera jornada, el Foro se abrió con la intervención de <strong>Juan Lladó, presidente de la Fundación Consejo España–España Estados Unidos; y del senador Joaquín Castro, presidente honorario del United States-Spain Council,</strong> entidades impulsoras del evento, así como de <strong>Santiago Cabanas</strong>, embajador de España en Estados Unidos; y de<strong> Conrad Tribble</strong>, encargado de negocios en la Embajada de Estados Unidos en Madrid. La primera sesión de trabajo contó con la participaron, de forma presencial, desde Madrid, <strong>Nadia Calviño, vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital; y de Helena Herrero, presidenta de HP para el Sur de Europa</strong>. Por su parte,<strong> Xavier Becerra, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos; Joaquín Duato, vicepresidente del Comité Ejecutivo de Johnson & Johnson; y Loyce Pace, directora de la Oficina de Asuntos Globales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos</strong>, intervinieron en el debate de forma telemática desde ese país. El debate giró en torno al tema de <strong>“La economía después de la COVID-19: hacía una recuperación más resiliente, inclusiva y sostenible”,</strong> y en él se puso de relieve que el grave impacto económico provocado por la COVID a nivel mundial se ha traducido en el último año en una importante pérdida de empleos, disrupciones sociales y el incremento de las desigualdades; únicamente equiparable a situaciones de guerra. Asimismo, se constató que<strong> en España y Estados Unidos, la crisis ha afectado, además, de manera especial, al sector servicios y el turismo</strong>, y ha provocado una situación ha conducido a los gobiernos de ambos países a adoptar políticas enfocadas a la relajación monetaria y la expansión fiscal. También se puso de relieve que. en la creencia de que<strong> la administración de la vacuna es la mejor política sanitaria y económica</strong>, tanto España como Estados Unidos han invertido masivamente en campañas de vacunación, aunque con resultados variables. Ahora que ambos países se acercan a una tasa de vacunación del 70%, se han ido fijando nuevas estrategias a largo plazo, utilizando la crisis como oportunidad para transformar la economía. De ahí que -se recordó- los programas de recuperación impulsados por Estados Unidos (Building Back Better), España y la UE (Next Generation EU) hayan puesto el énfasis en las inversiones en programas de descarbonización y digitalización. En cualquier caso, se llamó la atención sobre el riesgo de que aquellos que la crisis ha dejado atrás no puedan ser traídos de vuelta, con la consiguiente ampliación de la brecha social y desigualdad que ya existía antes de la pandemia. Por ello, los ponentes coincidieron en la<strong> importancia del multilateralismo para, a través de la colaboración conjunta, sufragar las carencias de las naciones más necesitadas</strong>. Un multilateralismo en el que la salud y la economía deben ir de la mano, indicaron. De igual manera, los participantes reconocieron que la crisis de la COVID-19 ha servido para darnos cuenta de la <strong>fragilidad de los sistemas de salud pública, seguridad social y autonomía estratégica</strong> de ambos países; de lo que deriva la necesidad de seguir trabajando para su impulso y mejora. Asimismo, los diferentes portavoces remarcaron la urgente tarea de los Gobiernos de España y Estados Unidos y de las empresas para lograr que la digitalización no ahonde en las desigualdades sociales; así como el papel de la sostenibilidad empresarial a la hora de construir compañías con propósito que apuesten por el talento de las personas y sus habilidades. Tras un espacio dedicado a los participantes en el programa “<strong>Jóvenes Líderes Norteamericanos”</strong>, que organizan anualmente la Fundación Consejo España – Estados Unidos y el United States–Spain Council desde 2001, la primera jornada del Foro concluyó con la intervención de<strong> Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores,</strong> quien abordó los que son, desde su punto de vista, <strong>los cuatro desafíos de la recuperación económica y social: la democracia, la descarbonización, la digitalización y la reducción de las desigualdades.</strong> “La democracia -dijo-, está sufriendo de una creciente fragilidad institucional y una evidente falta de apoyo popular, con un debate político que divide, con unas redes y medios de comunicación que contribuyen a amplificar las diferencias sociales. Las escenas del Capitolio vividas a comienzos de este año nos recuerdan que hemos de invertir con firmeza en su solidificación”.