<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, elogió ayer la actitud “dialogante” de algunos de los ministros de Asuntos Exteriores españoles anteriores o posteriores a José Manuel García-Margallo, los cuales, al igual que Arancha González Laya, mantuvieron reuniones con los dirigentes del Peñón y “aún no se han arrepentido” por ello.</strong></h4> Así lo aseguró Picardo durante un acto organizado en Madrid por <strong>el Club Siglo XXI</strong>, al que también asistió <strong>el embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliott</strong>, y cuyo comienzo fue interrumpido por unos gritos de “Gibraltar español” de procedencia desconocida. Tras el desconcierto inicial, los servicios de seguridad pudieron localizar un altavoz conectado a un móvil que alguien había introducido en la sala para intentar boicotear el acto. El hecho fue reivindicado posteriormente, a través de Twitter, por las <strong>juventudes de Vox</strong>, que declararon que “al pirata Picardo hay que recibirle como se merece”. Una vez superado el incidente, el acto fue presentado por Hugh Elliot, quien destacó que, en la “cercana e histórica” relación entre Reino Unido y España, <strong>Gibraltar ha sido siempre “la china en el zapato”.</strong> “Es obvio que las posturas respectivas sobre la soberanía son muy diferentes y ambos gobiernos tienen muy claro que sus posturas no van a cambiar”, pero el Acuerdo de Nochevieja (firmado el pasado 31 de diciembre y que rubricó la entrada de Gibraltar en el Espacio Schengen y el levantamiento de la Verja) va a permitir “superar una imagen del pasado en la que todos perdían en favor de otra en la que todos pueden ganar”. Durante su intervención (la primera en Madrid desde febrero de 2015, cuando un acto del Foro Nueva Economía fue suspendido por las presiones del Gobierno y debió celebrarse un día más tarde en otro recinto de la capital), Fabián Picardo elogió el “talante positivo” mostrado por los distintos ministros de Asuntos Exteriores desde la salida de “aquel que, en los días siguientes al referéndum del Brexit, anunció que en cuatro años ondearía la bandera española sobre el Peñón” (en alusión a Margallo). En ese sentido, dedicó especiales elogios a su inmediato sucesor, <strong>Alfonso Dastis</strong>, el cual, cuando “aún era presidente del Gobierno Mariano Rajoy”, apostó por una “posición dialogante” que se tradujo en una reunión entre ambos. “En febrero empezamos, en una reunión discreta, para informarnos unos a otros de nuestras posiciones” y, “desde entonces, sí que notamos un cambio cualitativo en la postura española”, agregó. Esa misma postura, aseguró, se mantuvo con <strong>Josep Borrell</strong>, quien “comprendió que un <em>Brexit</em> duro para Gibraltar hubiera sido malísimo, no solo para los gibraltareños, sino para todos los habitantes de la zona del Campo de Gibraltar”, y con la actual ministra, <strong>Arancha González Laya</strong>, con la que, a pesar del “estado de alarma” causado por el COVID-19, pudo mantener un encuentro “en persona, con mascarilla y en el Campo de Gibraltar” en julio de 2020. “Fue una reunión que suscitó muchos comentarios negativos e inoportunos por parte de aquellos que parece que nunca quieren que nos veamos las caras”, prosiguió (la reunión fue duramente criticada por PP, Ciudadanos y Vox). <strong>“</strong><strong>Pues aún más valientes me parecen entonces (Fernando) Morán, (Miguel Ángel) Moratinos, Dastis, Borrell y Laya, pues todos han conocido a ministros principales de Gibraltar y creo que es verdad decir que ninguno, aún, se ha arrepentido”</strong>, aseguró Picardo. <h5><strong>Soberanía y la Marca Gibraltar/Campo de Gibraltar</strong></h5> Esa “posición dialogante”, aseguró, no es incompatible con las discrepancias respecto a <strong>la soberanía</strong>, una cuestión en la que las dos partes mantienen <strong>posiciones “igual de innegociables”.</strong> <strong>“Desde el Gobierno de España, la posición tanto del Partido Popular como la del Partido Socialista ha sido idéntica en relación con la soberanía”</strong> y la propia González Laya, “contestando a la oposición parlamentaria, en el Congreso de los Diputados, comentó que defendería la reclamación española de la soberanía ‘con uñas y dientes’”, prosiguió. “Todos tenemos uñas y dientes”, advirtió Picardo, quien recordó que en el referéndum de 2003 un 99% de los gibraltareños votaron por seguir formando parte de Reino Unido. Por ello, Picardo celebró que españoles y británicos decidieran “dejar de lado” el tema de la soberanía durante las negociaciones de los acuerdos para regular las relaciones tras el <em>Brexit</em> porque<strong> “los puntos de vista están absolutamente enquistados” </strong>y el objetivo, aseguró, era llegar a un acuerdo que permita <strong>“establecer la <em>Marca Gibraltar y Campo de Gibraltar</em> como una de las de más prestigio”</strong>, ya que<strong> “una cuarta parte de la flota mercante del mundo pasa por el Estrecho de Gibraltar todos los años”.</strong> <strong> </strong> <strong>“Nos abocamos a la oportunidad de ver cómo la zona más castigada de Europa se convierte en una de las zonas más prósperas, no de Europa, sino del planeta”</strong>, prosiguió. “Gibraltar no desea ser Mónaco, pero sí aspiramos a ser un motor económico aún más dinámico para el beneficio mutuo de todos los habitantes del Campo de Gibraltar y del propio Gibraltar”, agregó. “Lo bueno para Gibraltar es bueno para España y buenísimo para esa parte tan castigada de España que es el Campo de Gibraltar”, declaró Picardo.