The Diplomat
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, advirtió ayer ante sus homólogos de los Estados miembros del G20 de que “solo un tres por ciento” de los africanos han recibido la vacuna del COVID-19, “frente al 40% en Asia o el 70% en Europa y en Norteamérica”, por lo que instó a esta organización a liderar “el acceso equitativo a las vacunas”.
González Laya participó ayer en Matera, en el sur de Italia, en la Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del G20, seguida de una Reunión Conjunta de Ministros de Asuntos Exteriores y de Desarrollo. El encuentro estuvo organizado por la Presidencia italiana del G20 y la ministra estuvo acompañada por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau. Como es habitual, España asistió al evento en su calidad de país invitado permanente.
Según explicó ella misma a la prensa al término del encuentro, González Laya advirtió ante sus homólogos de que el mundo se enfrenta a “tres urgencias a las que la familia del G20 tiene que responder con liderazgo político”. La primera de ellas, precisó, es “el acceso equitativo a las vacunas, en particular para el continente africano”. “Solo un tres por ciento de este continente está vacunado en estos momentos, frente al 40% en Asia o el 70% en Europa y en Norteamérica”, prosiguió.
“España ha capitalizado COVAX con más de 300 millones de euros para que los países que no tienen los recursos puedan tener acceso a la vacuna, y ha puesto a disposición de los países 22 millones de vacunas que van a comenzar a llegar a lo largo del mes de julio”, explicó. Ambas contribuciones ya habían sido anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a principios de junio durante su intervención en la Cumbre virtual Gavi COVAX Advance Market Commitment. “Así lo he puesto de manifiesto en esta reunión y ha sido muy bien acogida, sobre todo por los países africanos”, añadió la ministra. “Lo importante es que avancemos en garantizar el acceso equitativo de las vacunas a todos los ciudadanos de manera que garanticemos nuestra propia recuperación”, porque “no podremos recuperarnos plenamente hasta que el resto del mundo no esté vacunado también”, añadió.
Las otras dos urgencias transmitidas por la ministra en el encuentro son “la prioridad del acceso a la financiación para la recuperación económica, con una especial atención a los países de renta media”, y la urgencia climática, un reto en el que “el G20 tiene que liderar en ambición”.
Aparte, explicó González Laya, durante la doble reunión se abordó también la situación global en África. “Aquí, evidentemente, he querido enviar un mensaje muy claro de alineamiento de España con las prioridades africanas, para mejorar el comercio intra-africano y ayudar a mejorar el acceso a la educación para toda esta gran juventud africana, y también para las niñas, fundamental si queremos una emancipación de las mujeres en el futuro”. Otro asunto discutido en Matera fue el de la seguridad alimentaria. “El COVID ha agravado un problema de inseguridad alimentaria, con más de 80 millones de personas en situación de extrema necesidad alimentaria”, advirtió. “El G20 tienen que liderar los esfuerzos para mejorar el acceso a la nutrición y la alimentación”, concluyó.
Durante el doble encuentro, según informaron los organizadores, se abordaron “la gobernanza mundial y el desarrollo sostenible del continente africano” y los ministros reiteraron la importancia de “apoyar a África en la lucha contra la desigualdad, la potenciación del espíritu empresarial de las mujeres y los jóvenes, y el fomento de la transición ecológica y digital”. La primera Reunión Conjunta de Ministros de Asuntos Exteriores y de Desarrollo finalizó con la adopción de la Declaración de Matera, en la que se hace un llamamiento a la comunidad internacional para construir cadenas alimentarias inclusivas y resilientes y “garantizar así una nutrición adecuada para todos, en coherencia con el objetivo de Hambre Cero para 2030”.
En los dos encuentros de Matera asistieron 32 delegaciones, incluidos los ministros del G20 y de los países africanos y representantes de instituciones europeas y entidades como la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el Programa Mundial de Alimentos (WFP). Las dos ausencias más notables fueron el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, quien envió en su lugar a su viceministro Alexander Pankin, y el de China, Wang Yi, quien participó por videoconferencia, al igual que los de Brasil y Australia.